Cuando Marta Vizcaya abrió Flamingo’s Vintage en el número 21 de la calle Doutor Cadaval, la perversión del modelo de producción ‘fast fashion‘ estaba en boca de pocos. Comprar ropa al kilo era una extravagancia y la ropa de segunda mano se asociaba a personas de bajos recursos y el modelo Vinokilo todavía no causaba furor en Vigo.
El último lustro dio la vuelta a la mentalidad de los ciudadanos, mucho más conscientes de los daños medioambientales y la yaga en los derechos humanos que abren algunas praxis de la industria textil. La ropa vintage está de moda y las generaciones más jóvenes compartieron con los veteranos la tendencia de comprar ropa de segunda mano: «Son todo ventajas, por un lado haces frente a la industria y por el otro te llevas prendas de mejor calidad, tanto en patronaje como en cosido», explica Marta con un fondo de música de Elvis.
En Flamingo’s Vintage caben desde hawaianas hasta cinturones, vestidos vintage, pantalones vaqueros de marcas como Levis, Lee, Wranger, botas de cowboy, bolsos, monederos y todo tipo de complementos vintage únicos y genuinos. Presume de ser tienda y experiencia, una ventana a una época que nunca dejó de pasar.
Venta de ropa al kilo
En los percheros hay prendas para todos los públicos y para todos los géneros. Algunas de ellas tienen un precio estipulado, otras se venden al peso. Marta calcula su valor sobre una vistosa báscula antigua («como en una charcutería») ante las que sus clientes se quedan boquiabiertos. El kilo de ropa vale 24 euros, pero los clientes no tienen por qué comprar necesariamente esa cantidad, para estipular el precio se hallará una regla de tres.
Dónde comprar ropa vintage y al peso en Vigo
Marta Vizcaya fue la precursora de una tendencia que marcó 2022 en la ciudad olívica. En enero arrasó Vinokilo, el mayor mercado itinerante de venta de ropa de segunda mano al kilo y tal fue la repercusión que se repitió en mayo. Apenas dos meses después abría sus puertas Weena Vintage, con una filosofía parecida en el número 17 de la calle María Berdiales.