Familiares del empresario vigués Manuel Salgado, asesinado en 2004 en un garaje de la calle Rosalía de Castro, han mostrado su entusiasmo después de que este miércoles cuatro personas hayan testificado ante el magistrado del Juzgado de Instrucción número 4 de Vigo.
En este sentido, la portavoz de la familia, la criminóloga del despacho criminológico-jurídico Balfagón-Chipirras, Carmen Balfagón, ha asegurado que la familia de Salgado está “muy contenta” tras este paso, y ha puesto la mirada hacia la declaración del investigador privado, que acudirá a los tribunales el próximo 2 de diciembre.
Tal y como ha recordado en declaraciones a Europa Press, este investigador había sido contratado por la exmujer del fallecido en alguna ocasión anterior, cuando fue condenado junto a ella y a la que por aquel entonces era su pareja por escuchas telefónicas ilegales.
Según Balfagón, las cuatro testificales de este miércoles han situado al investigador privado en una situación “muy interesante”, por lo que será él mismo el que tendrá que aclarar qué sabe de este caso el próximo 2 de diciembre.
Todo ello después de que este miércoles se produjesen las primeras testificales tras la reapertura del caso a finales de 2021. Según la portavoz de las familias, el objetivo es “saber quién mató a Manuel Salgado”.
“Cualquier actuación que se haga para la familia es bienvenida. No puede quedar un crimen así sin más”, ha reivindicado ante la prensa Balfagón, que no ha querido dar detalles de quiénes han sido las personas que han asistido a declarar, indicando que son testigos “que han tenido que ver en la causa y los investigadores han valorado la importancia” de sus testimonios.
Fue en abril de 2004 cuando Manuel Salgado fue asesinado en un garaje de Rosalía de Castro. Los hechos habrían ocurrido entre las 08.15 y las 08.20 horas, cuando alguien le disparó un tiro en la nuca en el momento en el que el empresario salía de su vehículo. El autor habría entrado por la rampa del parking, ya que la puerta estaba cerrada.
Tras el crimen de este empresario, propietario del Colegio Lar de Mos, la Policía Nacional detuvo a su exmujer (de la que se había separado en un proceso muy traumático, con denuncias cruzadas por varios delitos) y a la pareja sentimental de ella, en una investigación en la que la principal hipótesis era la motivación económica. Sin embargo, ambos tenían coartada y los tribunales acabaron archivando provisionalmente la causa contra ellos en 2006.