En mi tercer artículo sobre Qatar 2022 me tengo que referir al adiós de la selección luisenriquiana, que no de España, del citado torneo. Este señor seleccionador, soberbio hasta el infinito y mucho más, decía que él era el líder de la selección española.
En ningún momento él y ese grupo de jugadores acobardados representó a España, sencillamente fue el Luis Enrique F.C. Por lo cual la eliminación ante los magrebíes no me produjo ni frío ni calor. ¡Ah, que perdimos! Bueno pues que se vuelvan a casa y podremos disfrutar del resto del Mundial.
Luis Enrique Martínez ha demostrado ser un mal profesional. Ni eligió a los mejores ni preparó como debía la táctica de este último encuentro, y psicológicamente los jugadores llegaron derrotados al lanzamiento de penaltis. El seleccionador quiso para él toda la tensión de tal forma que los futbolistas parecían que jugaban un amistoso. En un Mundial tienes que morder al contrario si quieres tener alguna oportunidad.
En el fútbol de hoy, talento aparte, lo que prima es la potencia física y la velocidad, véase el combinado francés y actual campeón del mundo. Mientras tanto el equipo L.E.F.C. sigue jugando con ADN Barça y con mayoría de seleccionados azulgranas.¿Y qué es hoy el equipo de la ciudad condal? Sencillamente es un equipo de segunda división europea (Europa League).
En las declaraciones al finalizar el partido Luis Enrique manifestó: “Dominamos el encuentro, sólo nos faltó el gol”. Habría que explicar a este señor (profesional del fútbol) que en este deporte gana el que marca más goles que el contrario.
En algún momento Luis Enrique me recordó a nuestro presidente del Gobierno. Son dos soberbios achulados que van de derrota en derrota (y también con Marruecos) pero siguen presumiendo como si se comieran el mundo.
Bueno, pues estos son los bueyes que tenemos y con ellos hay que arar. Qué pena de país.