Abel Caballero anunció en septiembre que el Celta podría disponer en Balaídos de la nueva grada de Marcador en marzo de 2023. Así, el club podría recolocar a su afición, parte de la cual se encuentra ahora desplazada en otras zonas del campo, con motivo del partido contra el Rayo Vallecano. Pero la entidad que presidente Carlos Mouriño aún no tiene la comunicación oficial de que esto vaya a ser así.
Así lo ha admitido este jueves el propio alcalde de Vigo, que arrastra un largo historial de plazos incumplidos con las obras del estadio. En este caso, cuando apenas faltan dos meses para la fecha, Caballero ya ha adelantado de viva voz que el exterior de Marcador no estará terminado pero la afición del Celta sí podrá usar el interior.
Por tanto, las obras seguirán durante las semanas posteriores a la disputa del partido contra el Rayo Vallecano, que se jugará entre el 10 y el 13 de marzo, dos meses y medio antes de las elecciones municipales de mayo.
El alcalde ha garantizado que el club recibirá la notificación oficial de que puede utilizar la grada. Ese paso, según se limitó a explicar, se dará “con tiempo suficiente” para que el Celta pueda reorganizar la ocupación de sus butacas.
Actos antes del partido contra el Villarreal
El regidor local también ha informado de que el Ayuntamiento de Vigo ha autorizado la ocupación de la explanada de Tribuna para la tarde del viernes. El club ha organizado una serie de actividades, como juegos infantiles o conciertos de Keltoi y Miguel Costas, antes de enfrentarse al Villarreal.
Eso adelantará las habituales restricciones de circulación en la zona, que comenzarán a las 09.00 horas para preparar el “montaje” de la previa al partido, que también incluye un recibimiento al equipo celeste.