En la ciudad de Vigo, el cruce de la Rúa Pizarro con la Rúa Urzaiz, la Rúa Pino y la Travesía de Vigo recibe el nombre de Cruce de Los Llorones. Antaño constituía el límite entre el concello de Vigo y el de Lavadores y, precisamente en ese punto, en la época de la España franquista, en una pequeña caseta ya desaparecida, existía una oficina del fielato, una especie de aduana que controlaba la entrada en las ciudades de productos de consumo: carne, huevos, aceite, etc.
En la actualidad, el cruce de Los Llorones forma parte de un populoso barrio de la ciudad olívica y el nombre seguramente está relacionado con la existencia en la zona de varios sauces llorones, aunque la leyenda urbana atribuye el nombre a los lloros de algunas personas suplicándoles a los agentes del fielato para que no les cobraran las tasas por los productos del campo que llevaban a la ciudad para comerciar.
Sea como fuere, el nombre popular ha permanecido vigente, aunque lo cierto es que se va diluyendo en el olvido porque las nuevas generaciones ya se refieren a esa localización de un modo más prosaico.