Una de las medidas estrella de la Xunta en los últimos tiempos ha sido la gratuidad para las escuelas infantiles de 0 a 3 años, en vigor desde este curso con carácter universal. La gratuidad de las guarderías en Galicia es un hecho pionero a nivel nacional que beneficia a miles de familias que ya no tienen que desembolsar los 300 o 400 euros mensuales para dejar al niño en la guardería. Y que, según se ha podido observar, tanto este año como en la apertura de plazas para el próximo curso, ha animado a las familias a hacer un uso masivo de este servicio, guardando cola pacientemente para conseguir sitio y teniéndose que apuntar en muchos casos en una lista de espera porque las plazas son limitadas y la demanda supera con creces a la oferta en Vigo. Todo esto mientras la natalidad sigue bajando.
En la ciudad de Vigo actualmente hay 3.380 plazas para niños de 0 a 3 años, de las que 1.000 son de titularidad pública (600 Xunta y 400 Concello). Las 2.380 plazas restantes son gestionadas de forma privada, con la atención educativa bonificada al 100% por la Xunta de Galicia. Pero la matrícula para una u otra modalidad es muy diferente.
En el caso de las escuelas públicas, la administración hace una baremación que prima a las familias con más necesidad de conciliación como, por ejemplo, si los dos progenitores trabajan, si son familias numerosas o el nivel de renta. Pero para las escuelas privadas subvencionadas no existen estos criterios por lo que el sistema permite que familias que realmente necesitan el servicio y pueden justificarlo se quedan sin plaza frente a otras que simplemente han llegado antes a la cola de la guardería.
A día de hoy las escuelas infantiles de Vigo están casi llenas. Los bebés nacidos a final de año cuyos padres se tienen que incorporar en estos meses a trabajar no pueden acceder a este servicio si no han hecho una reserva previa de la plaza ya durante el embarazo. Y para el curso que viene también hay listas de espera en muchos centros.
La situación ha cogido con el pie cambiado a algunas familias que no contaban con este overbooking de las escuelas infantiles y la incorporación al trabajo pasa muchas veces por buscar apoyo familiar de forma desesperada. “Hay casos de padres que tuvieron que traer a los abuelos del pueblo, y no estaban cerca, porque no tenían otra solución para cuidar al niño y poder ir a trabajar”, relata desde la Asociación Gallega de Escuelas Infantiles (Agadei) su presidente, Fernando Rolland.
Rolland explica que evidentemente la gratuidad ha fomentado mucho el uso de las guarderías. “En el caso de los bebés la incorporación si iba haciendo de forma gradual pero ahora los padres ya van antes de que nazca el pequeño a hacer la reserva para no quedarse sin plaza”, indica.
Calendario único y criterios para la matrícula
La mayor parte de las escuelas infantiles de Vigo abrieron los plazos de matrícula para el próximo curso en febrero, pero algunas esperan a marzo para la admisión. Las públicas inician el período de matrícula durante este mes de marzo. El presidente de Agadei defiende que lo ideal sería que hubiese un período de matrícula igual para todas así como unos criterios de admisión recogidos ya en las bases de la gratuidad. “Para nosotros sería perfecto”, indica.
Desde la Consellería de Política Social ponen en valor una medida creada para “favorecer el acceso a estos recursos de conciliación al mayor número posible de familias”. No obstante abren la puerta a introducir cambios para hacer más justo el sistema, una vez vistos los resultados. “Estamos en interlocución constante con el sector para seguir mejorando la calidad de las escuelas infantiles de 0 a 3 años”, explican. “Este fue el primer curso en el que se aplicó la gratuidade en todos los centros y para el 100% del alumnado y ahora estamos analizando los resultados para introducir posibles mejoras, dentro de la complejidad que supone ser la primeira Comunidade Autónoma de España en implantar la gratuidad”, indican desde la Xunta.
Bajas de maternidad de 1 año
Desde Agadei defienden también la necesidad de medidas políticas para favorecer la natalidad y la conciliación real. “Entendemos que las bajas para los padres deberían subir hasta el año”, asegura Fernando Rolland. Con esta modificación las plazas de bebés tenderían a desaparecer y en las escuelas infantiles habría más recursos y plazas para los niños de 1 a 3 años.