Las obras de la Porta do Sol han sufrido de todo. Parones por la pandemia, por las protestas del transporte, por la celebración de la Navidad… Y hasta una modificación del proyecto para llevar el túnel hasta la zona de Torrecedeira y el futuro Barrio do Cura. No es de extrañar, pues, que los trabajos –que iban a durar 24 meses- continúen tres años y medio después. Y lo que queda todavía. Porque ahora el Gobierno de Vigo ha aprobado una prórroga hasta agosto de 2023. Pero, sobre todo, también se ha dado luz verde a un sobrecoste de 3,2 millones.
El aumento temporal es casi anecdótico porque la extensión del paso subterráneo llevará mucho más tiempo. Más sustancial es la subida del presupuesto -se adjudicó en 2019 por 13,4 millones-, que se debe, según recoge una segunda modificación del proyecto de soterramiento del tráfico en el centro de Vigo, tanto a cuestiones “previstas” como “no previstas”, algunas de ellas “no sustanciales” y otras “sobrevenidas e imprevisibles”.
Entre las causas que se pueden considerar como “previstas” se hallan las derivadas de las condiciones geotécnicas localizadas, que realmente son distintas (y de mayor dureza) a las recogidas en el proyecto inicial. Esto obligará a realizar excavaciones con un robot teleoperado equipado con un martillo hidráulico para afrontar determinadas zonas con alturas inferiores a los 2 metros y trazar ángulos óptimos para golpear las rocas.
Además, se ha comprobado que las condiciones de las redes de servicios existentes también son diferentes a las que marca el proyecto original, lo que implica una reconfiguración del sistema de recogida de basura en la Porta do Sol y en la calle San Vicente.
Por último, se enumera una causa ya conocida. La de la aparición de elementos de protección arqueológica como los restos de la muralla de la calle Carral, donde se instala una rampa mecánica. Esto ya obligó en su día a reubicar la estructura de la cinta transportadora. Un obstáculo que ya se ha sorteado. De hecho, podría inaugurarse a finales de este mes de marzo. Además, se reajustan las rasantes de la salida para evitar problemas de gálibo.
Modificaciones no previstas
Entre los cambios no esperados pero “no sustanciales” se encuentran la fórmula escogida para pavimentar la propia Porta do Sol, la ejecución de la recogida de aguas pluviales, la reposición del sistema de saneamiento en el cruce de la calle Elduayen con Sombrereiros y la configuración de elementos sobre rasante.
Este último punto versa sobre la jardinera con forma de las islas Cíes y la fuente que se preveían en el ámbito central de la plaza. Ambas han sido descartadas del proyecto inicial por su impacto sobre el terreno y porque no se pueden retirar cuando se celebren grandes eventos (Navidad, conciertos, concentraciones, representaciones, procesiones…). Así, serán sometidas a una “redefinición” aún por concretar.
Adicionalmente, se planteaba la instalación de bancos. Pero para que puedan ser trasladados se optará finalmente por disponer de unos bancos conformados por módulos de bloques macizos de granito que permitan la retirada y recolocación sin anclaje al pavimento.
Retranqueo para prolongar el túnel
Finalmente, se cataloga como una modificación “no prevista” y a la vez “sobrevenida” el retranqueo de micropilotes en un tramo de uno de los márgenes de la calle Elduayen. Este cambio se hace necesario después de que el Gobierno local diera orden para prolongar el túnel hasta Torrecedeira y el futuro Barrio do Cura. Dado que ya no habrás bocas de entrada y salida en Elduayen y el Paseo de Alfonso XII, procede cambiar el micropilotado previsto llevándolo a los extremos para que esa zona siga siendo parte del túnel.
Precisamente la urbanización de esta zona de la ciudad estará muy vinculada al soterramiento del tráfico en el centro de Vigo, ya que el túnel desembocará en un nuevo vial del Barrio do Cura. Por tanto, es preciso “compatibilizar” ambas actuaciones.
El arquitecto Alfonso Penela diseñó un proyecto básico, a propuesta de la firma privada que desarrolla este ámbito, para extender el paso subterráneo y recuperar el antiguo bulevar en la superficie del Paseo de Alfonso XII, entre otras mejoras.