Dice el diccionario que un delirio es un disparate y una confusión mental con alucinaciones. Y a veces las mejores ideas pueden parecer auténticas locuras. Montar un ‘escape room’ en un restaurante es una de esas ideas disparatadas que a los responsables de Puro Delirio les está funcionando de maravilla.
Gran parte del éxito de esta propuesta de ocio reside en que cada semana el enigma cambia y siempre son pruebas con un nivel alto de dificultad, para poder satisfacer a los participantes más entrenados. Muy pocos han conseguido resolver en tiempo el reto hasta el momento.
Detrás de estas pruebas se encuentra Paula Pérez Puga, copropietaria del restaurante junto a su hermano Carlos, y responsable de idear y montar cada reto semanal. “Es un trabajo que requiere muchas horas de dedicación pero merece la pena ver cómo se esfuerzan y compiten. Cada vez hay más gente y ya tenemos jugadores fijos”, explica Paula. “¿Un ‘escape room’ en un restaurante? Hay gente escéptica con la idea, pero cuando vienen y lo prueban se sorprenden y se lo pasan en grande”, relata la responsable de estos enigmas.
La idea nació en octubre de 2021 vinculada a la fiesta de Halloween. El año pasado lo volvieron a organizar por esa fecha y visto el éxito, decidieron darle continuidad a la idea en el restaurante todos los jueves. “Lo montamos así porque la gente nos pidió que siguiesen los enigmas, querían más”, indica Carlos.
Cada jueves por la noche las mesas del restaurante se llenan de auténticos detectives ávidos de pistas para resolver los enigmas que salen de la cabeza de Paula. “Hay infinidad de códigos y formas de esconder cosas pero siempre me gusta innovar y que no sean las más comunes como los típicos códigos Morse”, detalla.
En abril llega el Lejano Oeste
El enigma semanal siempre está relacionando con la temática mensual del restaurante. En marzo fue la Reconquista y en febrero el Carnaval, por ejemplo. Los jugadores que se apunten a este primer reto del mes de abril tendrán que resolver alguna historia relacionada con el Lejano Oeste. “Es un ‘escape’ bastante mental y muy dinámico, porque las pistas también están repartidas por el Casco Vello. Son pruebas complejas y por eso la gente repite. No estás encerrado abriendo candados”, destaca Carlos.
Los responsables del Puro Delirio explican que el perfil de participantes es muy variado, pero sobre todo se apuntan personas de en torno a 40 años. Para poder jugar en el Puro Delirio hay escribir un mensaje en las redes sociales del restaurante y optar por el turno de las ocho o de las diez de la noche. Se juega en grupos de 2 a 6 personas y el precio por noche es de ocho euros con consumición incluida.
El éxito de esta propuesta le ha llevado a sacar el juego del restaurante y organizar enigmas de forma personalizada, para eventos particulares. Recientemente, Paula a través de su empresa Cine y Acción, ya montó un ‘escape’ para un cumpleaños en una casa de Ponteares con la temática de los años 80. “Ahora estoy preparado uno para un evento de médicos”, relata.