«Todo el mundo alucina, la calle tiene un olor muy especial y no son gofres, nadie sabe por qué huele a miel». Desde hace poco más de un mes tanto las dos principales calles peatonales de Vigo tienen un olor especial. El aroma a miel que envuelve al Príncipe y al Calvario encandila a miles de peatones a diario. Existe un secreto para esta dulce fragancia y se encuentra a tan solo unos kilómetros de la ciudad.
En los invernaderos del Baixo Miño se cultiva una gran parte de la producción de flor de toda Galicia. El microclima es especial en esta orilla del río antes de desembocar en el Océano Atlántico. Así, ha permitido que en sus campos crezcan todo tipo de plantaciones. Desde una gran variedad de flores hasta las ricas viñas que dan excelentes caldos. También kiwis originarios del otro lado del planeta.
Príncipe y Calvario
En uno de estos viveros crían con mimo las plantas que decoran las calles por encargo del Concello de Vigo. Una de ellas se ha convertido en un auténtico éxito por su olor. Desde hace poco más de un mes se plantaron en Príncipe y el Calvario casi 5.000 unidades de «lobularia delicia». Se trata de una especie nativa de la región Mediterránea y de la Macaronesia (Islas Canarias y Azores) que ha sido perfeccionada en Ferrol (Vivergal).
Suministro a invernaderos
Y poco tienen que ver las actuales variedades de Lobularia maritima o Alyssum maritimum, como se le conocía. La empresa que las suministra a los invernaderos del Baixo Miño asegura que ahora tienen una abundante floración y delicado color. «Se utilizan como cubresuelos, en rocallas o incluso como plantas solas en recipientes decorativos», apuntan.
Sea como fuere, lo cierto es que desprende un olor a miel muy característico. Se la conoce como aliso de mar o canastilla de plata, pero desde que llegaron a las calles de Vigo han despertado gran interés. «La lobularia necesita poca agua», apuntan. También se han instalado en macetas colgantes de Sanjurjo Badía, pero el resultado no ha sido igual. Vecinos y comerciantes aseguran que el olor es más intenso por las mañanas y que va perdiendo fuerza a lo largo del día.
«Ahora Vigo es un escaparate»
«Nos han llamado desde Santiago y A Coruña para preguntarnos si podríamos suministrar esta especie», explican a VIGOÉ desde el vivero que la cultiva en O Rosal. A día de hoy ya es imposible conseguirla para esta temporada de primavera y los encargos se recogen para el próximo año.
La ciudad marca tendencias, tal y como explican. «Ahora mismo Vigo es un escaparate y muchísimos clientes se fijan en las plantas para hacer sus pedidos», añade.