El ritmo de mejora urbanística en el Casco Vello de Vigo no es trepidante pero sí al menos constante. La zona histórica de la ciudad ha experimentado en el presente siglo XXI una gran evolución. Atrás se quedó el barrio chino de los años 80 y 90. Ahora florece poco a poco con ejemplos puntuales. Es el caso que nos ocupa hoy en el entorno de la Porta do Sol.
A escasos metros de la praza de Argüelles, donde el feísmo pasa a la historia, ha rematado una rehabilitación. Se trata del inmueble situado en plena curva de Elduayen. Con fachadas a las rúas San Vicente y a Eduardo Chao, la reforma ha terminado para dar cabida a 11 viviendas y un bajo comercial.
El edificio, de principios del s. XX, consta de planta baja destinada a local comercial y cuatro plantas altas destinadas a uso residencial en su frente a Chao. Hacia la rúa San Vicente presenta únicamente planta baja destinada a local comercial, dos plantas altas destinadas a uso residencial y un pequeño bajo cubierta vinculado a la vivienda situada inmediatamente inferior.
Alto valor urbanístico y arquitectónico
La responsable de la recuperación de este edificio es la promotora Casa Caby Grupo Import y Export S.L la cual hizo la compra de la edificación en el año 2019. En las últimas semanas ya ha entrado los primeros inquilinos a un inmueble con alto valor urbanístico y arquitectónico. Así lo señala el Plan Especial de Reforma Interior del Casco Vello (Pepri), que también delimita los elementos a proteger.
Se encuentra catalogado con un nivel de protección estructural que determinó los elementos a proteger. Fue el caso de las fachadas de piedra, la estructura interior, las plataformas pétreas de los balcones, las carpinterías de madera, las barandillas y la puerta del portal principal. Se recomendó, además, la eliminación de la persiana metálica del local de San Vicente. También elementos como tendales, rótulos y la sustitución del cerramiento de la galería de fábrica de la fachada a Chao por carpintería de madera pintada.
Galería-Mirador
El proyecto del arquitecto Miguel Monteagudo Pazo consistió en la adición de una planta por la fachada a San Vicente, aprovechando el bajo cubierta. Además, reinterpretó la galería-mirador de la fachada a Eduardo Chao y redistribuyó el espacio interior. Así, modificó la escalera con el fin de adecuarla a las normativas vigentes e incluyó un ascensor.