Los equipos que usaban el campo de fútbol de As Travesas antes de que el concierto de Bryan Adams destrozara el terreno de juego podrán volver a utilizarlo la próxima temporada. Al menos según ha asegurado este jueves el alcalde de Vigo, Abel Caballero, después de que la junta de gobierno local aprobara el proyecto de obra para reponer el césped. Una remodelación que saldrá por 380.000 euros, el triple de lo que le costó a la ciudad la actuación del músico canadiense.
Todavía hay que adjudicar los trabajos, cuyo plazo de ejecución asciende a dos meses. En todo caso, el regidor local estima que la reforma estará “en condiciones” para iniciar “el nuevo curso deportivo”. Consistirá en la instalación de hierba artificial FIFA Quality Pro y FIH Multisport Categoría 3, que hace compatible la práctica del fútbol y del hockey en niveles de iniciación y amateur.
La obra también prevé realizar reparaciones puntuales de la base asfáltica para conseguir la uniformidad de la superficie. Se contempla asimismo la renovación de la red de canaletas perimetrales para la recogida de aguas pluviales, estableciendo un circuito de reaprovechamiento que permita almacenar y reusar el agua de riego del campo.
Además de la renovación integral del circuito de riego, se ha propuesto sustituir la superficie de las medias lunas de tierra situadas entre la zona posterior a las porterías y el interior de la pista por superficie de hierba sintética. De este modo, se evitará el arrastre de tierra hacia las canalizaciones de recogida de pluviales y se obtendrá un acabado apto para completar ejercicios de calentamiento o estiramiento.
Lo que no ha aclarado Abel Caballero es si este campo volverá a albergar más conciertos. Hay que recordar que, antes del concierto que ofreció Bryan Adams en Vigo en 2022, el alcalde erigió a esta zona del pabellón de As Travesas en recinto habitual para eventos musicales.
Aparentemente, no se contó con las consecuencias de esa designación y muchos clubes de la ciudad se vieron desplazados esta temporada a otros puntos de la ciudad para poder entrenar o jugar. Esto provocó otro dispendio para las arcas municipales, que tuvieron que asumir los gastos de transporte de todos estos equipos.