Esta fotografía está tomada en el barrio de Coia, en la ciudad de Vigo, en la zona conocida como los volcanes. La fuente que se aprecia en primer plano, a pesar de su reducida profundidad, ha servido en algunas ocasiones para mitigar el rigor de la canícula.
La lámina de la cortina de agua que cae directamente sobre el agua del estanque se desplaza y se deforma con el viento, dando buena cuenta de la brisa, normalmente de ese viento del norte que refresca el ambiente y limpia el cielo de nubes. Pronto llegará el verano y seguramente habrá quien aproveche para remojarse, siquiera, los pies. Mientras tanto se puede disfrutar de los efectos del viento.