Hacía meses que no se veía movimiento en el Barrio do Cura. Pero la maquinaria ha regresado a la zona para iniciar las catas arqueológicas que tantos meses llevaban esperando. Es la segunda intervención de este tipo que se realiza, la primera data de un año y medio. Aquella incursión documentó hallazgos poco reseñables, de casas del siglo XIX, en un área pequeña pero importante vinculada a los muros de contención que ‘sujetarán’ Pi y Margall y el Paseo de Alfonso XII. Ahora toca profundizar en el resto del recinto, en un ámbito mayor, de más de 20.000 metros cuadrados.
Inicialmente, se está acondicionando el suelo y marcando las catas que se excavarán para que los equipos de arqueología puedan proceder enseguida. Se efectuarán catas manuales y mecánicas. Las labores durarán al menos un mes. El tiempo exacto dependerá mucho de lo que se halle y de los medios que tengan los expertos a su disposición para evaluar el solar desde un punto de vista patrimonial.
Este paso es previo a las obras, que todavía no tienen fecha de inicio. El Concello de Vigo había apuntado a finales de 2022 para comenzar los trabajos sobre el terreno pero todavía no ha emitido la licencia necesaria para ello. De hecho, el proyecto de normalización de fincas en el ámbito de suelo urbano consolidado del Barrio do Cura todavía se aprobó de forma definitiva la última semana de mayo.
Este trámite es imprescindible para ampliar las calles Llorente y Santa Marta y crear una plaza pública. La promotora del proyecto se encargará de ensanchar ambos viales y una parcela de Pi y Margall, y deberá compensar económicamente a la administración local con una cifra ligeramente superior al medio millón de euros.
No obstante, aunque ambos pasos son necesarios para poder urbanizar la zona y construir las viviendas, las catas arqueológicas y estos trámites burocráticos siguen cursos diferentes y son independientes.
La última vez que se vieron máquinas en el Barrio do Cura fue a principios de 2023, cuando se ejecutaron los estudios geotécnicos que debían analizar el suelo sobre el que se cimentarán las construcciones. Mediante la toma de muestras en las parcelas a urbanizar y edificar se analizó la dureza de los terrenos para orientar a los arquitectos y saber cuáles son las cimentaciones que mejor se ajustan al proyecto. Las labores se pudieron desarrollar al no ser necesario efectuar movimientos de tierra.
Un largo camino
El proyecto del Barrio do Cura ha pasado por multitud de gestiones administrativas y la tramitación no siempre ha sido rápida, o ha sufrido retrasos por defectos de forma. La Gerencia de Urbanismo aún tiene que otorgar la licencia de obra a Gestilar, que promueve la obra junto al fondo de inversión Autonomy. A este respecto, Abel Caballero apuntaba en enero que el Concello de Vigo estaba “estudiando la propuesta final para licencia y por tanto estamos en el último paso”.
El regidor vigués prefería no dar plazos concretos para el inicio de los trabajos sobre el terreno porque “las fechas las carga el diablo”, pero anticipaba entonces que “va a ser muy rápido”. “Estamos al borde de que se inicien las obras en esa importante actuación urbanística en Vigo”, añadía hace casi cinco meses.
Esta actuación es muy importante para Vigo. Además de dar salida a un histórico proyecto y recuperar una zona degradada, las obras revertirán en la ciudad nuevas conexiones viarias, humanizaciones, una plaza de 3.000 metros cuadrados, una escuela infantil o un aparcamiento público, entre otras cosas. Todo ello sin coste para las arcas municipales. Se calcula que Gestilar invertirá unos 4 millones de euros.