Y al cierre de esta crónica seguían tocando, cantando y bailando sobre el escenario de Balaídos. Nada pudo parar a Guns N’ Roses. Tampoco la lluvia. La banda liderada por Axl y Slash triunfaron en Vigo con un concierto infinito.
Frente a quienes aseguran que el rock and roll languidece, vapuleado como una cáscara de nuez a la deriva por esa oleada sonora del reguetón, los ritmos latinos y el trap que todo lo inunda, se ha plantado este lunes en Balaídos como una boya insumergible una multitud dispuesta a llevarles radicalmente la contraria y que difícilmente habría encontrado mejor aliado para su propósito que Guns N’ Roses.
Onda expansiva
Cierto que entre esa resistencia multitudinaria abundaban las canas, los cráneos mondos y lirondos y las barrigas incipientes, en franca comunión con los protagonistas de la velada, lo cual, qué diablos, añade cierta justicia poética a una reivindicación cuya onda expansiva probablemente permanezca en Vigo durante décadas.
Bastó con que la púa de Slash rozase suavemente las cuerdas de su legendaria Gibson Les Paul y encadenase la banda californiana los primeros acordes de ‘It´s So Easy’ para que una ovación eléctrica envolviese el estadio como una alianza de amor eterno. A continuación sonó ‘Bad obsession’ y ya nada pudo parar la tormenta de decibelios que se escuchaba a kilómetros del Val do Fragoso.
Teloneros
Antes, al escenario habían subido The Pretenders, teloneros de frack comandados por la incombustible Chrissie Hynde, cuya voz suena tan tersa como en la década de 1980, tantos son los años que este grupo anglo-estadounidense lleva girando a cuestas con canciones ya míticas de pop-rock como ‘Don’t get me wrong’, las cuales conservan intacta esa frescura que las convirtió en su momento en hits planetarios.
Y aunque el respetable siguió con notable interés el concierto de apertura, los fuegos de artificio estaban reservados para Guns N’ Roses, que por algo se han ganado el derecho a figurar en el Olimpo de los elegidos del rock.
Inmediaciones de Balaídos
Balaídos y sus inmediaciones fueron un hervidero durante todo el día; los fans, con las pistolas y las rosas en el pecho, se apostaron a las puertas del estadio desde recién nacida la mañana para asegurarse un sitio desde el que observar con precisión la precisión con que Slash hace trucos de magia con su guitarra y Duff McKagan hace lo propio con su bajo.
Vibrante, compacto y emotivo
Entretanto, Axl Rose comenzó desde el principio a trotar de un lado al otro del escenario para hacer buena una de las legendarias frases de Lemmy, el líder de Motorhead: “Si crees que eres demasiado viejo para el rock and roll probablemente lo seas”. No es ni por asomo el caso de Guns N´ Roses, a quienes el paso de los años parece haberles sentado como un almax después de una cena pantagruélica y que ofrecieron en Vigo un concierto vibrante, compacto y emotivo con fenomenales paréntesis de virtuosismo.
Claro que el chorro de voz de Axl Rose parece haberse ido acomodando a lo que se espera de un sesentón pero Balaídos recibió como agua bendita cada uno de los grandes éxitos de una banda que escarbó en su repertorio, y sobre todo en los discos ‘Appetie For Destruction’ y ‘Use Your Illusion’, para ofrecer un concierto antológico.
?Setlist en el Estadio de Balaídos, Vigo, España ??. 12/06/23
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Magical night in Vigo, Spain! Wonderful crowd having the best time, fn love it! Thanks for a fantastic evening, gracias! iiii]; )'— Slash (@Slash) June 13, 2023