Los alrededor de 5.000 vecinos que suman los municipios lucenses de Sober y Láncara serán los primeros en tener las nuevas corporaciones locales salidas de la cita con las urnas del pasado 28 de mayo, y el popular Luis Fernández Guitián, y el socialista Darío Piñeiro, serán los regidores más madrugadores, puesto que ambos plenos de investidura están convocados para medianoche.
Serán las dos primeras corporaciones locales estrenadas de los 300 ayuntamientos en los que está convocado el pleno de investidura para este sábado 17 de junio. Debido a los recursos y por casuísticas diversas, un total de 13 municipios tendrán que esperar a los plenos de investidura -diez en A Coruña y tres en Ourense-, lo que también provocará el retraso en la constitución de las diputaciones de las dos provincias.
En algo más de 200 municipios de la Comunidad la propia cita con las urnas dejó un regidor claro, toda vez que los populares gallegos lograron un total de 135 mayorías absolutas, mientras que los socialistas se hicieron con 58 y el Bloque Nacionalista Galego, con 18.
El hecho de contar con mayoría absoluta clarifica el escenario, salvo sorpresa mayúscula, en la ciudad más grande de Galicia, Vigo, donde el socialista Abel Caballero será alcalde; y en Ferrol, donde tiene garantizado el bastón de mando municipal el popular José Manuel Rey Varela.
Pacto de PSOE y BNG
Para la gobernabilidad de los restantes municipios en los que no se ha alcanzado esa mayoría, la normativa electoral deja dos puertas abiertas: el gobierno del más votado o un acuerdo entre grupos cuyos concejales puedan sumar la mitad de ediles de la Corporación más uno.
En esta coyuntura, las direcciones del PSdeG y del BNG acordaron favorecer la investidura de alcaldes alternativos al Partido Popular, de forma que allí en donde el PSdeG es la lista de izquierda más votada contará con el apoyo del Bloque y viceversa: donde los nacionalistas son la fuerza progresita más votada, contarán con el apoyo del PSOE para alcanzar la alcaldía.
Precisamente, este acuerdo garantizará la alcaldía de la capital gallega a la nacionalista Goretti Sanmartín, quien gobernará Santiago en coalición con Compostela Aberta tras decidir el PSOE no entrar en el gobierno local.
También está garantizada la continuidad de la socialista coruñesa Inés Rey como regidora de la ciudad herculina. En concreto, gobernará en solitario después de solo haber sellado un acuerdo de investidura con el BNG, que ha avanzado que actuará como «oposición» en el próximo mandato con acuerdos en medidas de ámbitos como el área metropolitana, los muelles o la memoria democrática.
El acuerdo entre nacionalistas y socialistas también blinda la reelección del alcalde en funciones de Pontevedra, el nacionalista Miguel Anxo Fernández Lores. Con todo, ambas formaciones aún no han alcanzado un pacto que les permita reeditar el gobierno de coalición que ambas formaciones llevaron en el último mandato.
Sí reeditarán la coalición para gobernar la ciudad de Lugo la alcaldesa socialista Lara Méndez y el nacionalista Rubén Arroxo, quienes el jueves sellaron el acuerdo programático para los próximos cuatro años, con 92 puntos, y que contempla que cada formación mantenga las competencias que desempeñaba en el anterior mandato.
Ourense, en el foco
Así las cosas, en el foco queda para este sábado la gobernabilidad del Ayuntamiento de Ourense, donde el alcalde en funciones Gonzalo Pérez Jacome se situó como la lista más votada, al hacerse con 10 ediles. La aritmética le favorece salvo acuerdo entre los otros tres partidos, una vía que está descartada. El popular Manuel Cabezas puso sobre la mesa una propuesta y convocó una reunión con PSOE y BNG, pero sin éxito.
La coyuntura del panorama ourensano tiene otro factor que complica más el asunto: está condicionada por la gobernabilidad de la Diputación, donde los populares se han quedado a un diputado de la mayoría absoluta. Su líder provincial, Manuel Baltar, renunció a intentar renovar el cargo para «facilitar» –ha dicho– que su partido pueda conservar el poder en la institución, pero no hay ninguna solución oficial cerrada.
En las últimas horas, el propio regidor, que ha recogido su despacho aún manifestando que espera «volver», ha reconocido contactos al más alto nivel con las cúpulas del PSdeG y de los populares, que guardan silencio. El secretario de Organización del PSdeG, José Manuel Lage, fue fotografiado este jueves en Santiago con Jácome y un asesor del regidor en funciones, mientras que varios medios apuntan que la número dos del PPdeG, Paula Prado, también se ha reunido con el líder de Democracia Ourensana (D.O.).
El PSdeG no ha hecho comentarios al respecto, mientras que Prado, en rueda de prensa y sin descartar en ningún caso haber hablado con Jácome, ha buscado culpar a socialistas y nacionalistas de «lo que pase» en el pleno de investidura, con el argumento de que Cabezas trató de negociar. Y es que la mera aritmética basta, sin necesidad de que se explicite ningún acuerdo públicamente, para que este sábado Jácome sea alcalde. Cuestión diferente es a quién votará él en la Diputación, donde es llave.
Así, mientras que algunas fuentes consultadas por Europa Press apuntan a que el líder de D.O. estaría más cerca de los socialistas, ante la negativa de los populares a cumplir algunas de sus premisas, extremo que niega la cúpula socialista autonómica, las últimas palabras del regidor en Twitter incidían esta tarde en que no había nada cerrado.
«¿La noche de los móviles largos? Ya no viajo más en el coche hoy… Será un acuerdo telemático o no será«, afirma Jácome en su perfil de Twitter. Este sábado, en principio, se despejará la incógnita.
Pendientes de constituir
Entre tanto, los vecinos de 13 ayuntamientos tendrán que esperar a su corporación. Este es el caso de nueve consistorios de la comarca de O Barbanza, -Boiro, Lousame, Mazaricos, Muros, Noia, Outes, A Pobra do Caramiñal, Porto do Son y Ribeira- y de Corcubión, en la provincia de A Coruña; así como de Carballeda de Valdeorras, Celanova y Castro Caldelas, en la provincia de Ourense. Estos casos motivarán también que se aplace la constitución de las diputaciones provinciales en ambas provincias.
Los nueve ayuntamientos del partido judicial de Noia tendrán que esperar hasta el 7 de julio para constituir sus nuevas corporaciones toda vez que se debe respetar el plazo para que los partidos presenten recursos contra la decisión de la junta electoral central de desestimar una denuncia del PSOE, que pedía comprobar los 900 votos nulos registrados en esta zona tras quedarse a solo diez votos de obtener un diputado provincial que recayó en el Bloque. También se aplazará hasta el próximo 7 de julio el pleno de investidura en Corcubión, tras la impugnación de PACOR de una papeleta.
En la provincia de Ourense, Carballeda de Valdeorras se suma al listado de corporaciones locales que quedan pendientes, toda vez que el Consistorio aún no dispone de las actas de proclamación de concejales tras un recurso presentado por el único edil de la oposición, José Antonio Iglesias, del independiente Carballeda Renova.
Además, en Castro Caldelas se tendrán que repetir las elecciones municopales al detectarse que no se mantuvo la cadena de custodia de un total de 118 votos emitidos por correo que no se contaron por sospechas de irregularidad denunciadas por el PP.
Galicia tendrá al menos una Alcaldía rotatoria, la de Vilardevós (Ourense), y pese a los acuerdos que han trascendido en las últimas horas en ayuntamientos destacados como Vilalba (Lugo), la gobernabilidad de otros sigue en el aire. Es el caso de Viveiro o Monterroso (Lugo), Ponteareas y Cambados o Mugardos, entre otras, en A Coruña.