Hace muy pocas fechas esta noticia en la prensa local llamó mi atención: «Ana Pastor encabezará la lista del Partido Popular al Congreso por la provincia de Pontevedra». Se entiende que es para la próxima cita del 23-J.
Vds. quizá no lo sepan pero Ana Pastor es una política con un gran CV y una densa trayectoria en las administraciones regional y nacional. Concretando un poco diremos que doña Ana, zamorana de nacimiento, fue siempre una muchacha aplicada y terminó licenciándose en Medicina y Cirugía por la Universidad de Salamanca. Como persona estudiosa pronto obtuvo plaza en el Cuerpo Superior de Salud Pública y Administración Sanitaria. Ejerció este trabajo en Salamanca, Ferrol y Pontevedra.
En la ciudad del Lérez pronto contactó con miembros del Partido Popular, entre ellos Mariano Rajoy. Así que Ana, gracias a su valía y a sus contactos enseguida ocupó el cargo de directora del Sergas. En 1996 Rajoy la puso al frente de la presidencia de Muface y en 2002 Aznar la nombró ministra de Sanidad y Consumo.
Pero es que en 2011 Mariano Rajoy le concedió (nada menos) que el ministerio de Fomento, cargo que le duró hasta 2016. Y en este puesto que ocupó doña Ana es donde me quiero detener. Vds. me podrían preguntar ahora qué tal lo hizo la Sra Pastor en este ministerio. Pues según un alto representante del sector de la construcción en España: «Ana Pastor es una buena política, pero una pésima gestora, sin capacidad de plantar cara a sus superiores ni de tener una idea propia. Su mandato fue un periodo en blanco para la adecuación del país en materia de infraestructuras».
Otro representantes de las grandes constructoras españolas se ponen de acuerdo al afirmar que Ana Pastor en Fomento se quedó muy corta en su gestión sobre las infraestructuras de transporte, el tratamiento de residuos, la eficiencia y conexión energética, equipamientos educativo/sanitarios, redes de telecomunicaciones, depuración de aguas, por hablar de los temas más importantes de su gestión ministerial.
Pero es que la zamorano-pontevedresa tampoco hizo gran cosa en temas pendientes como la quiebra de las autopistas radiales madrileñas, la finalización de distintas líneas de AVE ni en la modernización del servicio de Correos. Así a vuelapluma no parece que doña Ana dejara muy buen recuerdo en el ministerio de la obra pública.
En cuanto a su gestión en Fomento respecto a nuestra ciudad, tenemos que señalar que no movió un documento para solucionar dos temas sangrantes, como son la conexión del AVE por Cerdedo (ahora tenemos que subir a Santiago y luego bajar hacia Ourense), y la nueva salida en túnel hacia Porriño (seguimos sufriendo la peligrosa A-55). Por no hablar de la salida Sur ferroviaria para conectarnos con Portugal.
Por tanto la señora doña Ana Pastor, fue durante cinco años Ministra de Fomento (y representante política de la provincia pontevedresa) pero no tuvo tiempo (ni ganas) de ocuparse de los temas urgentes que precisaba la mayor ciudad de su provincia.
Ahora (en breves fechas) Ana Pastor volverá a nuestra ciudad a pedir nuestro voto para las elecciones del 23-J.
Cuando la vea venir por el horizonte mis palabras serán: «¡Verdes las han segado, doña Ana!»