Los catalanes Love of Lesbian saltaban a la fama cantando aquello de «Y tanto os daba ocho como ochenta, a los fanáticos de John Boy, frente al estadio ya cantabais sus temas, primeras filas vuestra obsesión». Sin embargo, Raquel y Patri no son seguidoras de John Boy ni del indie estatal, pero desde la noche del lunes, han acampado en Castrelos con un objetivo claro: conseguir esa codiciada primera fila para el concierto de Alejandro Sanz en Vigo.
Llegaron junto con Miriam y colocaron sus pertenencias en la puerta sur mientras el alcalde de Vigo presentaba a Pablo López el pasado lunes por la noche. Desde ese momento, no se han movido de ese lugar, a escasos metros de la puerta sur de acceso a la platea del Auditorio de Castrelos.
«Más que un cantante»
Ambas forman parte de «Meigas de Sanz», el club de fans del madrileño en Galicia, y han perdido la cuenta de los conciertos a los que han asistido del artista, al que consideran no solo un músico, sino parte integral de sus vidas. Su música les ha acompañado en momentos especiales, incluso estuvo presente en el nacimiento de la pequeña Noa, hija de Miriam o mientras Raquel se dirigía al altar al ritmo de ‘Desde Cuando’. Para ellas, Alejandro Sanz es «más que un cantante», se sienten «fams», destacando la «M» que los distingue como fanáticos convertidos en una gran familia. Una familia que crece cada día, acogiendo a todos aquellos que comparten su pasión, como Iván, el hijo de Miriam, que con tan solo 14 años también está junto a su madre en esta aventura.
Cuando les preguntamos sobre cómo afrontan las críticas por su pasión a la música de Alejandro Sanz, nos responden con madurez. Reconocen que son personas y que ciertos comentarios pueden herir, pero su actitud «no hace daño a nadie», y por eso no dejarán de vivir a su manera por el artista, «sin preocuparse por lo que dirán los demás».
De Murcia a Vigo
Decidimos rodear el auditorio de Castrelos y encontramos una imagen similar en la puerta sur. Varias personas hacen guardia, esperando la apertura de puertas del recinto, todas con el mismo objetivo: conseguir las codiciadas primeras filas para estar lo más cerca posible de su artista favorito.
Una de ellas es Amanda, una cordobesa de 19 años, que ha viajado desde Murcia con su amiga Fátima después de haber visto el concierto de Alejandro Sanz en Castellón. Ambas han estado acampadas desde el lunes en la puerta de Castrelos para volver a disfrutar una vez más del talento de su artista. Amanda nos cuenta que la primera vez que vio a Alejandro Sanz fue en Madrid en 2019, acompañada por su madre.Desde entonces ha asistido a diecisiete shows del madrileño.
Incluso lleva un tatuaje en su brazo izquierdo con la frase «a lo nuestro», escrita por el artista y posteriormente grabada en su piel, un mantra que se repite cada vez que alguien cuestiona su decisión de seguir al artista cruzando toda la península. Después del concierto en Vigo, Fátima y Andrea tienen previsto tomar su coche para acercarse a Santander, la siguiente parada de la gira «Sanz en vivo 2023».
Mexicana residente en la ciudad
Junto a estas dos amigas se encuentra Nayeli, una mexicana que reside en Vigo desde hace menos de un año. Lleva guardando su lugar en la cola desde la madrugada. Para Nayeli, Alejandro Sanz es un ícono que ha llevado su música a su país en múltiples ocasiones, pero nunca ha tenido la oportunidad de verlo en directo. Por eso, cuando supo del concierto en Vigo, no dudó un segundo en hacer cola por las entradas y ahora hace lo mismo por conseguir esa ansiada primera fila.
Sin duda el fervor de los fans de Alejandro Sanz se nota ya en Vigo, dejando claro que cada concierto del artista, para muchos, se trata de una experiencia única de conexión total.