En el corazón de la ciudad de Vigo, se encuentra una vetusta ferretería con una historia que ha resistido el paso del tiempo y se ha convertido en un referente para los habitantes de la zona. Ferretería Iturmendi abrió sus puertas por primera vez el 4 de junio de 1945, gracias a la visión y empuje de dos vascos desplazados a la ciudad, Iturbe y Mendía, quienes dieron nombre al negocio. Desde entonces, la ferretería ha estado intrínsecamente ligada a la comunidad viguesa, tal como lo anunciaba el Diario de Galicia en portada el 3 de junio de 1945.
La ferretería ha pasado por diversas etapas a lo largo de su trayectoria durante más de 78 años, pero uno de los momentos más significativos ocurrió años después de su apertura, cuando un joven de tan solo 13 años, Marcial Alonso, comenzó a trabajar detrás del mostrador. Aquel joven Marcial creció paralelamente al negocio, se casó, tuvo hijos y forjó en ellos una conexión profunda con la ferretería y su vocación de servicio. Ahora Rubén Alonso, es quien se coloca tras el mostrador de Ferretería Iturmendi en la rúa do Progreso, que sigue manteniendo esa vocación de servicio que la ha acompañado durante décadas.
Equipo humano
Hoy en día, Ferretería Iturmendi destaca por su equipo humano, compuesto por profesionales del sector con una experiencia invaluable, incluyendo empleados que llevan casi una década dedicándose a la empresa. Su filosofía de negocio se basa en un trato cercano y personalizado hacia sus clientes, priorizando la satisfacción y solución de sus necesidades antes que la mera búsqueda de ganancias. Esto ha fomentado una relación de confianza con la clientela, que se siente acompañada y asesorada en cada paso del proceso de compra.
Servicio al cliente
Una de las características más distintivas de la ferretería es su amplia cajonera, que data de mediados del siglo pasado, y en la que cada cajón contiene una muestra del herraje o tornillo que contiene, permitiendo a los clientes comprar la cantidad exacta que necesitan, evitando así la adquisición de productos innecesarios. Esta atención al detalle y enfoque en el servicio al cliente ha sido clave para diferenciarse de grandes superficies comerciales y consolidar su lugar en el vecindario.
Asesoramiento
Mi propia experiencia al visitar Ferretería Iturmendi refleja el compromiso de la tienda con sus clientes. En una conversación casual con Rubén, pude mencionar mi necesidad de cambiar las persianas de mi salón, aunque sabía que no era un servicio que ofrecían. Sin embargo, para mi sorpresa, Rubén no solo me brindó asesoramiento sobre cómo realizar el cambio, sino que también me puso en contacto directo con empresas especializadas, demostrando una vez más su dedicación y preocupación por las necesidades de sus clientes.
Vinculación desde la infancia
La historia de Rubén también es un ejemplo de cómo Ferretería Iturmendi ha sido más que un negocio para las personas involucradas en él. A pesar de ser ingeniero de formación, Rubén siempre estuvo vinculado a la tienda desde su infancia. Para él, la ferretería no solo representa una oportunidad laboral, sino que es una pasión y una parte integral de su vida. Cuando llegó el momento de que su padre se retirara, Rubén asumió con orgullo el desafío de continuar con el legado familiar y mantener viva la filosofía y cercanía que caracteriza a Ferretería Iturmendi.
Referente en la ciudad
En definitiva, Ferretería Iturmendi no es simplemente un comercio más, es un referente en la ciudad de Vigo. Su equipo humano, la cajonera de herrajes, su enfoque en el servicio al cliente y su vocación por cuidar de las necesidades de la comunidad, han cimentado su posición como un verdadero amigo manitas al que los vigueses recurren con confianza en busca de soluciones. Con Rubén al frente, el legado de Iturbe y Mendía continúa brillando con fuerza en el presente y promete seguir haciéndolo en el futuro. Su ferretería seguirá siendo un símbolo de calidad, cercanía y pasión por el servicio en el corazón de la ciudad.