El radar fijo que precede a la curva de Molinos en Mos en la A-55 y que la Dirección General de Tráfico (DGT) había activado hace tres semanas apareció en las últimas horas con los cristales rotos. Algunos usuarios de esta transitada vía, catalogada como una de las más peligrosas del territorio nacional y que carece del mantenimiento más básico, habían recibido en los últimos días denuncias por superar la velocidad, en algunos casos en tan solo 6 kilómetros por hora.
La A-55 cuenta con seis radares fijos en menos de 10 kilómetros: Meixoeiro sentido Vigo, Puxeiros sentido Vigo, Icofrio sentido Tui, Molinos sentido Tui y también sentido Vigo, y O Porriño sentido Tui.
Radares móviles
A esto hay que sumarle los radares móviles de la Agrupación de Tráfico que de forma habitual sancionan en la misma zona. La velocidad genérica de esta vía está prácticamente acotada en casi todo su trazado de entre los 60 y 80 km/h y la mayor parte del trazado es en curva y en pendiente.
Además de este radar vandalizado en Molinos, la DGT activó hace unos meses el cinemómetro que se encuentra en el kilómetro 8 de la autovía A-55 en sentido decreciente –dirección a Vigo- a su paso por Puxeiros. La cabina ya había sido instalada hace varios años pero había quedado vacía tras sufrir diversos avatares.