La fotografía está tomada en la actualidad. El edificio corresponde al Museo Marco, en la Rúa Príncipe, de Vigo. Antaño albergó los juzgados y sirvió de cárcel en época del franquismo. En primer término de la imagen se observa la terraza de la cafetería del museo, con entrada por la Rúa Londres, aunque no fue siempre así.
En los años sesenta del pasado siglo XX existió una cafetería muy popular en esa misma ubicación, la cafetería Flamingo. Ocupaba la totalidad de lo que en la actualidad es la Rúa Londres, y estaba siempre muy concurrida por propios y por foráneos. Disponía de una gran terraza acristalada que ocupaba el frontal derecho del edificio, con un pequeño escenario por el que pasaron numerosos cantantes y grupos musicales que amenizaban las tardes.
En los años noventa se decidió remodelar el edificio para convertirlo en museo, según una iniciativa promovida por el entonces concejal Carlos González Príncipe, y la cafetería fue desmantelada, evitando la pretensión de derribar el edificio para convertir el conjunto en una gran plaza. El proyecto de remodelación se adjudicó a los arquitectos Salvador Fraga, Manuel Portolés, y Francisco Javier García Quijada, unas obras que conllevaron varios años y que terminaron por inaugurarse en el año 2002.
A la inauguración del Museo Marco asistió el entonces Príncipe de España, Felipe de Borbón, acompañado de Manuel Fraga Iribarne, presidente de la Xunta de Galicia, además de otras personalidades.
El acto inaugural coincidió con el desastre del ‘Prestige’, lo que motivó que una multitud se manifestara en los alrededores reclamando responsabilidades por el modo de tratar el accidente marítimo. Tanto la Rúa Príncipe como las zonas adyacentes estaban llenas de gente. Cuando terminó el acto del interior del museo las autoridades salieron unos metros por la puerta principal saludando como si allí no ocurriera nada, pretendiendo, sin duda, que esa fuera la imagen que captaran las cámaras. Sin embargo, el ambiente era realmente tenso, con un griterío ensordecedor, incluso amenazante. Al cabo de pocos minutos volvieron a entrar y accedieron a los coches oficiales por la puerta lateral -donde ahora está la cafetería-, y los coches, escoltados, fueron abriéndose paso entre el gentío que gritaba todo lo imaginable, porque nunca fueron tan mencionados ni ellos ni sus familiares.
En aquel año de 2002, la cafetería Flamingo ya no existía porque había sido desmantelada con anterioridad para recuperar aquel callejón de corto trayecto. Así las cosas, alguien propuso, con buen tino, que se le dedicara de modo recíproco y en referencia a la histórica Batalla de Rande -conocida como la Batalla de Vigo-, del mismo modo que en la ciudad de Londres existe la calle Vigo Street, de ahí el nombre de Rúa Londres desde el año 2003.
En aquel callejón, entonces inaccesible para los peatones -ahora Rúa Londres- estaba la barra de la cafetería Flamingo, los baños, la cocina, y al fondo el almacén y los camerinos para los músicos y los cantantes. Muchas viguesas y muchos vigueses todavía recuerdan la existencia de aquel local histórico que era punto de encuentro, de reuniones familiares y de amigos, y de tardes de música en directo.