¿Cuánto tiempo es necesario para construir una escalera mecánica de una decena de metros? Esa es la pregunta que se hacen los vecinos del entorno de la calle Talude, intransitable desde hace muchos meses por las obras de construcción de la escalera mecánica enmarcada en el proyecto municipal Vigo Vertical que unirá la Rúa Urzaiz con la calle Colombia.
«La gente está que trina», ha dicho a Vigoé Javier Carrera, vecino de la rúa Talude, que al igual que sus vecinos hace cuentas. En la zona recuerdan bien que hace ahora prácticamente tres años comenzaron las catas para la construcción de esta escalera, que les permitirá sortear cómodamente un acusado desnivel. También que el alcalde, Abel Caballero, colocó la primera piedra en diciembre de 2021. Desde entonces han pasado 21 meses y la escalera sigue sin ser inaugurada.
«Llevan dos años desde que la inutilizaron, un edificio se hace en menos tiempo. Parecen las obras de El Escorial», asegura Carrera, según el cual el descontento es mayúsculo entre los vecinos, pero también entre los comerciantes, como el restaurante asturiano As Cangas, ubicado en mitad del trayecto de la escalera y muy perjudicado por la situación, al igual que la cafetería La Tertulia.
Lo peor, dicen los vecinos, es que mientras tanto continúa cerrada al tránsito la escalera de toda la vida, «la de subir a pata», por lo que los vecinos tienen que dar un largo rodeo desde Urzaiz a San Roque, que supone tiempo y esfuerzo.
A su vista, además, resulta incomprensible que no se haya inaugurado, toda vez que la escalera, a falta de la techumbre que cobije a sus usuarios en caso de lluvia parece perfectamente terminada, pero por allí, aseguran, no pasa nadie del Concello desde hace meses.
«Las escaleras llevan muchos meses y siguen sin abrirse porque no está el techo puesto, y las otras, para subir andando, están acabadas pero no las podemos utilizar. Que las abran y nos den un servicio al menos mientras no llega el techo de las escaleras mecánicas. Es el sentir de todo el vecindario, de la gente que va al ambulatorio, al súper… Entiendo que haya que esperar, pero todos estos meses es una locura para unas escaleras», continúa Carrera.
Cierto que las obras se encontraron con imprevistos por el camino por la inesperada aparición de un muro de separación entre la escalera vieja y el camino hacia el colegio Mariano, lo que hizo necesario aprobar una modificación sobre lo previsto inicialmente y un sobrecoste de 283.000 euros, que se suman a los 573.000 euros iniciales, ya que había riesgo de derrumbe.
Esta actuación comenzó a principios de 2022 y se esperaba que durara siete meses. Los imprevistos la retrasaron, pero el pasado abril Caballero dio a entender que la apertura era inminente. No ha sido así y los vecinos siguen esperando, malhumorados e impacientes, a que el Ayuntamiento inaugure las escaleras. Entre tanto, tiran de buen humor y se consuelan como pueden: «Nos van a quedar unas piernas bonitas, eso sí».