Los tradicionales fastos en honor a la Virgen de Os Liñares no se celebraron este año porque no hubo comisión de fiestas, pero eso no ha impedido que un veterano grupo de amigos, miembros de la peña celtista Canido, se hayan puesto, como cada año, hasta las cejas de cocido.
«Nosotros seguimos celebrándolo como cada año. Llevamos 40 años haciéndolo», asegura un veterano miembro de esta peña, nacida hace ahora 35 años, poco después de que este grupo de amigos, todos miembros de la peña, diesen inicio a una tradición nacida para durar y a la que se han ido incorporando peñistas.
La peña Canido no es una cualquiera, sino la segunda más antigua de entre las que arropan al celtismo, tras la peña Comando, y la única que dispone de local propio. La fundaron en 1988 Ramón de Castro, expresidente del Celta; Genaro Borrás, antiguo médico del club y de la selección española, y Pablo Beiro, fundador de Anfiv, junto con Javier Costas Dios, todavía presidente.
«Llevo de presidente desde que se fundó la peña y nadie me da el relevo», asegura Costas Dios, quien explica que la peña celebra cada aniversario en abril, con otra comida, lo que no impide que celebren cada septiembre con un cocido a la Virgen de Os Liñares.
A la de este martes han asistido unas cuatro decenas de peñistas, los cuales siguen acudiendo cada domingo a Balaídos para jalear a los muchachos que ahora entrena Rafa Benítez. Como ya son «mayores», asegura Costas Dios, se distribuyen por el estadio a su manera, pero se convierte en piña cada vez que, como hoy, celebran a las puertas del otoño a la Virgen de Os Liñares delante de un suculento y bien regado plato de cocido.