El nuevo paseo de Bouzas, entre la iglesia de San Miguel y el puente de la VG-20, se abrió parcialmente al público con motivo de la fiesta de la Brincadeira, a mediados de mayo. Tiempo después quedaría disponible al completo. Pero no ha sido hasta este mes de septiembre, hace aproximadamente dos semanas, cuando ha finalizado la obra al completo. Aunque el principal elemento que se hizo de rogar fue la madera instalada en el suelo, de cinco centímetros de espesor y alta resistencia, quedaban detalles por perfilar, como el montaje de mobiliario urbano.
Ahora que las labores acometidas por la firma Civis Global han terminado, el alcalde de Vigo, Abel Caballero, ha visitado la zona para celebrar la inauguración oficial. El regidor descubrió, a falta de una, dos placas y conoció de primera mano el resultado de la actuación, que empezó en noviembre de 2021.
La reforma, en la que se han invertido 3,2 millones de euros, ha cuidado los detalles para acercar el mar a la gente mediante los nuevos graderíos –de 250 metros- y para convertirse en un lugar de encuentro con decenas de sitios para sentarse o tumbarse y con zonas de césped.
La ornamentación también gana enteros con las pérgolas situadas junto a los locales de hostelería, que emularán a las de la Ronda Don Bosco. A su alrededor, se ha colocado vegetación enredada para que vaya creciendo y ofreciendo algo de sombra. Un caso parecido al del jardín vertical que se ha creado cerca del puente de la VG-20.
Satisfacción
Caballero felicitó a la empresa por la obra realizada y a las concejalías implicadas por “recuperar un arenal” y permitir así a la ciudadanía “disfrutar de una playa urbana”. Avanzó, además, que se retirarán algunas piedras “que no forman parte de la costa natural sino que son productos de acciones del ser humano”. También prometió in situ a los vecinos que próximamente reabrirán los baños públicos.
El alcalde puso énfasis en la recuperación del paseo de madera, que “forma unos juegos” con “la piedra, el granito, el verde y los árboles”. “Y al lado, el mar y la playa. Esta es la combinación perfecta. El paseo se volvió amable”, sentenció.
Por último, el alcalde mencionó expresamente su satisfacción con el mobiliario urbano. “Las fuentes son una gran reclamación que tenemos, sobre todo donde hay niños”, además de los aparcabicis, los cargadores de móviles situados en los laterales de los bancos, las duchas o las papeleras. Siendo un lugar muy dado a los paseos con mascotas, la senda está plagada de expendedores de bolsas para recoger excrementos.
Tótems con códigos QR
En el acto de inauguración se proyectó un vídeo en el que se puede comprobar el antes y el después de las obras que han transformado este paseo. Las tomas cenitales, con multitud de bañistas en la playa, realzan si cabe el resultado de la intervención.
Esas imágenes se podrán ver en cualquier momento al visitar esta zona de Bouzas, ya que se instalarán unos tótems con códigos QR que redirigirán a un banco de fotografías y vídeos con toda la información.