Suitman, de Fernando González Mendoza, es un oasis de elegancia situado en la calle Príncipe de Vigo. Fernando es un profesional que transmite su pasión por el trabajo bien hecho y por qué su cliente se sienta elegante y viva una experiencia única y personal.
En pleno corazón de Vigo, donde la moda se fusiona con los paseantes, encontramos un rincón singular que desafía las tendencias convencionales y revive la elegancia perdida en el vestir masculino. Se trata de Suitman de Fernando González Mendoza, una sastrería que ha sabido tejer su propio camino en el mundo de la moda, fusionando la artesanía con la innovación y las tendencias de una manera única.
Moda masculina en la sangre
Si Suitman tiene un embajador no es otro que el propio Fernando González Mendoza, programador y diseñador de profesión, lleva la moda masculina en la sangre desde temprana edad. Su formación industrial lo llevó a adentrarse en el mundo de la confección, pero decidió cambiar el rumbo de su trayectoria y abrazar el arte de la sastrería a medida, una profesión que se está perdiendo debido a la inmediatez y la simplicidad que está pudiendo con un trabajo en el que el mimo es parte fundamental de su esencia.
Si algo distingue a Fernando y a Suitman es su enfoque atrevido dentro de los parámetros del clasicismo que puede acompañar a un traje, aunque nosotros lo tenemos claro: un trabaja ideado por Fernando, y confeccionado por Suitman, no es un traje cualquiera. La singularidad de su corte, la caída de su tela o la elegancia que destila son su señera.
Pasión y determinación
Como él mismo dice: «La línea que separa la elegancia de la vulgaridad es muy fina, y yo no la cruzo». Esta visión única ha sido un desafío para algunos de sus empleados al principio, pero Fernando ha guiado a su equipo hacia el estilo Suitman con pasión y determinación.
Uno de los pilares de Suitman es el asesoramiento personalizado. Fernando se niega a vender algo que no encaje con su estilo y se enfoca en satisfacer las necesidades individuales de cada uno de sus clientes. Según él, el secreto de un buen traje radica en el vendedor, en ofrecer lo que cada persona realmente necesita más allá de las tendencias o las modas de momento.
Tarifa plana
Crear un traje a medida en Suitman es una experiencia única. Cada pieza se distingue por su singularidad y su corte entallado. Fernando busca que sus trajes sean reconocibles en la calle, pero siempre dentro de los límites de la elegancia. Más allá de las bodas, Suitman ofrece una tarifa plana de 79€ al mes que incluye hasta cinco trajes a medida al año, una opción que atrae a aquellos que buscan recuperar la elegancia y el espíritu de los caballeros de antaño.
Por eso, cuando le preguntamos a Fernando si la elegancia se está perdiendo, su respuesta es clara: «No, la elegancia no se está perdiendo, pero vivimos un momento en que las redes sociales e internet marcan nuestra vida. No todo en las redes sociales es elegante, al menos desde mi punto de vista. Por ello, aquellos hombres que buscan en ellas un espejo pueden que no den con una referencia que destile esa elegancia».
Inviable en un gran almacén
A pesar de las tentaciones de la inmediatez y la simplicidad, Fernando ve inviable llevar a Suitman a un rincón de un gran almacén ya que “la esencia de la marca y el trato personalizado se diluirían”. Cruzar la puerta de Suitman es ingresar a un universo donde cada cliente es único e irrepetible.
La sastrería artesanal está amenazada en un mundo dominado por la rapidez, pero en lugares como Suitman, donde el mimo y la atención al detalle siguen siendo fundamentales, la elegancia se recupera y se celebra, llevando a cada caballero a un viaje de estilo y sofisticación.
Tendencias
Suitman de Fernando González Mendoza es una joya en el corazón de Vigo, un faro de elegancia en un mundo donde la moda a menudo se rige por las tendencias pasajeras, nos recuerda que la verdadera elegancia es atemporal, y es un placer único en la era moderna.