Cerca de un centenar de trabajadores de la automoción se han manifestado en la tarde de este jueves en Vigo para pedir una «política industrial de futuro» para el sector en Galicia.
Convocados por la CIG, los empleados han partido minutos después de las 18,00 horas desde la Plaza de América de la ciudad olívica para dirigirse por la Avenida de Castrelos hasta fábrica de Stellantis, ubicada en las cercanías del estadio de Balaídos.
Con gritos como ‘Stellantis escoita, a automoción está en loita’ (Stellantis escucha, la automoción está en lucha); ‘Sen industria non hay futuro’ (sin industria, no hay futuro); ‘Non á xornada desregulada’ (no a la jornada desregulada) o ‘Erte en la automoción, paro y explotación’, los empleados han recorrido las diferentes calles de Vigo con una pancarta que pedía «salvar la automoción».
Los manifestantes han centrado sus reivindicaciones en solicitar «empleo digno» en Galicia, subrayando que «sin industria no hay futuro», por lo que insistieron en la importancia de una política industrial que defienda el sector.
Al respecto, la responsable de Automoción de la CIG, María Xosé García, ha lamentado la situación que en la actualidad vive el sector, cada vez más «precarizado» y sin «propuestas» de la Xunta de Galicia, que es la administración que tiene las competencias de industria.
Ella ha puesto el foco en los expedientes de regulación temporal de empleo (ERTE) utilizados por las compañías para poder así parar sus factorías en las jornadas en las que la falta de componentes obliga a detener la producción. Para García, esto afecta a la economía y a la conciliación de los trabajadores, que están pendientes del móvil el día anterior para saber si tienen o no que acudir a sus puestos horas después.
Asimismo, en declaraciones a Europa Press, ha criticado que los ERTE afectan no solo a los empleados indefinidos, sino también a los que operan a través de una empresa de trabajo temporal (ETT), que no cobran los días de paradas, así como a los trabajadores temporales, que consumen su paro y, a los seis meses cuando se les acaba el contrato, «ya no pueden cobrarlo».
También ha hablado de la posibilidad de que el grupo Stellantis ubique su nueva fábrica de baterías para vehículos eléctricos en Zaragoza y no en Vigo, reivindicando que el sector automovilístico gallego necesita esas instalaciones.
A la manifestación también han acudido representantes del Bloque Nacionalista Galego (BNG). En concreto, el portavoz municipal, Xabier Pérez Igrexas, ha expresado el «total apoyo» a los trabajadores de la automoción, por ser un sector «estratégico» para el conjunto de Galicia, con 15.000 puestos de trabajo solo en el área de Vigo.
Él ha lamentado la «incertidumbre» en la que se encuentra la automoción en la Comunidad, recordando las iniciativas presentadas en el Parlamento de Galicia por el BNG para urgir a las administraciones, en especial el Gobierno autonómico, que tomen medidas para que en el área de Vigo se instale una factoría de baterías.
«No podemos permitir que el sector de la automoción vigués quede fuera de juego en este nuevo escenario que se abre con el coche híbrido y eléctrico y tenemos que blindar el futuro industrial de esta ciudad», han subrayado Igrexas, en declaraciones a Europa Press.
Negociación del convenio
Precisamente horas antes, en la mañana de este jueves, sindicatos y la dirección de Stellantis Vigo han vuelto a reunirse en el que fue el quinto encuentro de negociación del nuevo convenio colectivo, que estará vigente entre 2024 y 2027.
Durante el mismo, la compañía propuso una actualización de los salarios en un 50% respecto del IPC acumulado a 31 de diciembre del año anterior, así como otro 50% adicional, consolidable en el complemento individual o de habilitación de cada empleado, con el límite del 3% del IPC. En el caso de que se superase ese límite, se abonaría una paga no consolidable por la diferencia, según las pretensiones de Stellantis.
También en el ámbito retributivo, en la reunión la empresa propuso un nuevo acuerdo de retribución variable que permita mantener su vinculación con los resultados operacionales y objetivos colectivos, así como introducir criterios de individualización para tener también en cuenta el desempeño de las personas.
Entre otros aspectos, la compañía ha variado su propuesta de trabajo obligatorio hasta 10 sábados al año, indicando que se priorizará la conformación de equipos voluntarios y con personas cuyo saldo de bolsa de horas esté en negativo. Además, propuso establecer el carácter no voluntario de estas medidas para los nuevos contratados, manteniendo las condiciones a los actuales empleados.
Ante estas propuestas, no han tardado en llegar críticas de sindicados, como la CUT, que ha lamentado que la actualización salarial que plantea Stellantis Vigo «no garantiza ni siquiera el mantenimiento del poder adquisitivo».
También Comisiones Obreras ha tachado de «deficientes» las propuestas económicas de Stellantis, ya que «no llega a los mínimos que se exigen», solicitando más pasos de la dirección para «asegurar no perder poder adquisitivo».