El delegado del Gobierno en Galicia, Pedro Blanco, ha trasladado este jueves su confianza en que “en próximas fechas” pueda ser identificado el autor de la muerte de Judith M.G., una vecina de Vigo de 37 años de edad, cuyo cadáver fue localizado hace una semana en un polígono industrial de O Porriño y que fue víctima de una muerte violenta.
En declaraciones a los medios durante una visita a la Cooperativa de Armadores de Vigo, Pedro Blanco ha insistido en que se sigue “investigando” y que se barajan “varias hipótesis” acerca de las circunstancias de este crimen.
“Están todas las hipótesis abiertas. En próximas fechas seremos capaces de identificar al autor”, ha señalado el delegado, que ha vuelto a pedir “dejar trabajar” a las fuerzas y cuerpos de seguridad del Estado, que “a buen seguro serán capaces de dar una solución”.
Al respecto, ha repetido que se están realizando las diligencias y ha recordado que “se está buscando” a la pareja de la víctima, que tiene antecedentes por varios delitos, entre ellos por violencia de género, y está en paradero desconocido. Asimismo, ha vuelto a trasladar sus “condolencias” a los familiares y allegados de la mujer.
El cuerpo de Judith fue descubierto de forma casual en la tarde del 23 noviembre por un transportista que bajó de su vehículo en el polígono de As Gándaras, en una zona próxima a la estación de ITV, y lo vio. El cadáver, vestido con ropa oscura y sin pertenencias o documentación, estaba oculto detrás de un contenedor y de un cierre de piedras de una finca, entre la maleza.
El cadáver fue identificado al día siguiente, gracias a las huellas dactilares (y el reconocimiento por una fotografía y un tatuaje), como Judith M.G., una vecina de Vigo de 37 años de edad, cuya desaparición no fue denunciada. Fuentes conocedoras de las pesquisas señalaron que la mujer era toxicómana y apuntaron su vinculación con el ejercicio de la prostitución.
La mujer tenía un trozo de tela introducido en la boca y la autopsia confirmó que murió de forma violenta, posiblemente por asfixia. La Guardia Civil puso en marcha una investigación, coordinada por el juzgado de instrucción número 3 de O Porriño.