La plantilla de Vitrasa lleva en huelga indefinida desde el pasado 25 de noviembre. Desde esa fecha ha completado diferentes acciones de protesta, entre ellas varias manifestaciones matinales por la ciudad. En todos los casos, multitud de vehículos se ven sorprendidos por los consiguientes atascos, pero el generado este miércoles ha sido especialmente notorio.
Trabajadores de la concesionaria de transporte urbano han marchado por la Avenida de Beiramar hacia el centro de Vigo. Como es natural, el tráfico se ha cortado a su paso, con la Policía Local escoltando la manifestación y regulando la circulación en la medida de lo posible. Este ha sido el punto más conflictivo de la movilización, ya que cientos de automóviles se han visto atrapados a primera hora de la mañana en una arteria urbana muy utilizada.
La página web y la aplicación móvil del Concello de Vigo avisaban del tráfico “muy lento” que se registraba en la zona. El sistema de cálculo de desplazamientos cifraba en 22 minutos el tiempo que se tardaba en llegar a la confluencia de las calles Julián Estévez y Sanjurjo Badía desde O Berbés. Un nuevo suplicio para el tránsito de vehículos en la ciudad, que lleva un mes de diciembre aciago por los frecuentes atascos navideños.
La plantilla de Vitrasa mantiene sus reivindicaciones y sigue apuntando a la dirección de la compañía y al alcalde de Vigo, Abel Caballero, como responsables de la situación. El comité de empresa, compuesto por cuatro sindicatos diferentes, denuncia la “dejadez” del regidor local “pese a ser el máximo responsable de este servicio público esencial”.
En un comunicado, la representación de los trabajadores ha criticado que el regidor no sea capaz de poner solución a la situación “y ni siquiera puede dar una explicación coherente”.
“Gobernar una ciudad como Vigo no es únicamente ocuparse de las fiestas, sino garantizar primero los servicios esenciales”, ha reivindicado el comité, lamentando también la actitud de Vitrasa que, pese a contar con un próximo reequilibrio económico por parte del Ayuntamiento (al que hay que sumar compensaciones anteriores), “dice que sigue en pérdidas”.
Esto ha llevado a la compañía a proponer una pérdida de poder adquisitivo a los empleados superior al 16% respecto al IPC para el próximo convenio colectivo, según denuncia el comité. Cabe recordar que el anterior convenio está caducado desde finales de 2020, por lo que los empleados tienen los sueldos congelados desde entonces.
“Están cómodos con la huelga actual, ya que con la mitad de autobuses circulando, los que hay van llenos y su rentabilidad aumenta considerablemente. El deficiente servicio que se está prestando no le preocupa en absoluto a una empresa cuya única prioridad es la rentabilidad”, han subrayado desde el comité.
Retirar la concesión
Ante esto, ven “imprescindible” una “intervención contundente” del Ayuntamiento, ya que es la administración responsable del servicio, pidiendo, si fuese necesario, que asuma la gestión del mismo si fuese necesario.
El conflicto entre empleados y la dirección de Vitrasa lleva casi tres años activo, debido a que el convenio colectivo caducó en 2020 y la negociación del nuevo documento no fue fructífera. Los trabajadores han solicitado una reunión con Abel Caballero en innumerables ocasiones. Sin embargo, el regidor nunca los ha querido recibir, pese a ser una concesión municipal.
Precisamente en 2020 el Ayuntamiento prorrogó la concesión de Vitrasa hasta 2025 y también concedió ayudas millonarias a la empresa por las pérdidas provocadas por la pandemia. Además, hace semanas Caballero anunció un nuevo reequilibrio económico para la compañía. No obstante, siempre ha dicho que se trata de un conflicto entre trabajadores y una empresa privada, aun siendo una concesión municipal.