La ciudadanía viguesa empieza a acostumbrarse a que el tráfico en el casco urbano sea caótico. La circulación ha empeorado sensiblemente en las últimas semanas, bien por la masiva afluencia de visitantes para disfrutar de las luces de Navidad o bien por las protestas de la plantilla de Vitrasa, cuya situación sigue sin solucionarse. La huelga indefinida iniciada el pasado 25 de noviembre continúa y, con ella, las reivindicaciones.
El personal de la concesionaria de bus urbano se ha vuelto a manifestar este miércoles por la mañana por las calles de Vigo. Han pasado por la plaza de América y por la Gran Vía en dirección a la plaza de España. Estos son los puntos que más se han visto afectados, con importantes retenciones a lo largo de toda o casi toda la avenida.
Por su parte, el entorno de la Puerta del Atlántico era un caos de vehículos, que se entrecruzaban al abrir y cerrar los semáforos sin que previamente se diluyera la congestión dentro de la glorieta.
En definitiva, otra jornada en la que cientos de conductores han tenido que sufrir nuevos atascos. La página web y la aplicación móvil del Concello de Vigo, a diferencia de otras ocasiones, ni siquiera calculaban ya el tiempo que se tardaba en atravesar la Gran Vía. El portal municipal se quedó “sin datos”.
Mientras tanto, el conflicto laboral permanece enquistado. Las dos partes no han logrado acercar posturas en las reuniones que han mantenido. Paralelamente, el gobierno local tampoco toma cartas en el asunto, al menos de forma oficial, pese a que el servicio es de titularidad municipal.