Las viviendas de uso turístico en Galicia continúan en alza -suponen el 83% de los establecimientos turísticos de la comunidad-, pese a las nuevas regulaciones y entre críticas del sector que se siente «culpabilizado» por un problema de vivienda «que va mucho más allá».
Según el Registro de empresas y actividades turísticas de la Xunta de Galicia, con datos recabados hasta el 1 de diciembre del pasado año, en la comunidad hay 21.702 viviendas de uso turístico, con un total de 115.410 plazas.
Las siete grandes ciudades suman 4.566 establecimientos, concentrando la ciudad de Vigo 1.560. A continuación se sitúa A Coruña, con 1.123 VUTs, y ya por debajo del millar, Santiago, con 807; Pontevedra, con 454; Ourense, con 365; y Lugo, con 257.
Así, según los datos del registro, las siete ciudades suman más VUTs que el resto de establecimientos hoteleros presentes en Galicia que, entre albergues, apartamentos, campings, hoteles, pensiones, turismo rural y otras, suman 4.182.
Más allá de los grandes núcleos, la mayor concentración de VUTs, sobre todo si se tiene en cuenta su población, se encuentra en la costa de Pontevedra, con 4.039 establecimientos en la zona.
Concretamente, el ayuntamiento de Sanxenxo –uno de los más turísticos de Galicia–, notifica 2.753 viviendas de uso turístico, lo que supone una concentración del 12,68% de todas las VUTs gallegas. Este municipio pontevedrés, según los últimos datos del INE, tiene 17.760 habitantes, el 0,65% de toda la población de la comunidad (2,7 millones). A distancia, le siguen O Grove, con 650 viviendas; Vilagarcía de Arousa, con 406; y Cambados, con 230.
CLÚSTER PIDE ACTUALIZAR UNA REGULACIÓN «OBSOLETA»
El presidente del Clúster de Turismo, Cesáreo Pardal, ha abogado por una nueva regulación de este tipo de viviendas, dado que la vigente es de 2017 y está «obsoleta». «Hay que adaptarla a la actividad empresarial», resume.
«Existe un limbo jurídico al que se ha sumado mucha gente para hacer negocio», lamenta. En esta línea, hace referencia a datos que maneja el Clúster y que indican que 11 propietarios poseen 2.500 VUTs. «Eso es funcionar como una empresa», insiste.
Con todo, matiza que el Clúster no tiene «ningún problema» con el pequeño propietario que destina su segunda vivienda o una heredada a este tipo de alquileres, «pero tener 7,8 o 10… eso es competencia desleal». «Tienes que tributar porque funcionas como una empresa», señala.
Lamenta que ni el Gobierno central ni Hacienda, más concretamente, se hayan implicado todavía en este tema, así como tampoco la Federación Galega de Municipios (FEGAMP), cuya opinión echa en falta.
Destaca que no hay un posicionamiento unánime y así se dan situaciones tan dispares como que en Oleiros no estén permitidas y en Sanxenxo superen las 2.500.
Se ha referido también a Santiago, uno de los primeros municipios en regular las VUTs, en febrero de 2023 y con el malestar de los propietarios de las viviendas como telón de fondo. «No había voluntad de solucionar el problema. Cómo se actuó me pareció denigrante. No buscaron soluciones desde el principio», afea.
Prohibidas en el casco histórico, fuera de él solo se podrán instalar en la planta más baja de las viviendas de uso residencial.
EL 87% DE LOS REGISTRADOS TIENEN 1 VIVIENDA
Dulcinea Aguín, de la Asociación de Viviendas Turísticas de Galicia (Aviturga) niega de forma contundente que este tipo de establecimientos sean la causa principal de los problemas de vivienda y habla de «culpabilización».
«No se pueden poner soluciones encima de la mesa sin un diagnóstico. No representamos ni el 2% del parque inmobiliario de Galicia, así que no podemos asumir que seamos el problema», afirma.
Para Aguín, el problema de la vivienda es «estructural, no coyuntural» y para solucionarlo «hay que hablar de muchas más cosas». «En A Coruña, por ejemplo, en la calle que más VUTs hay son 14. En la calle no hay problemas con esto. Nos comparan con Cataluña en cuanto a turismofobia. Es el mundo al revés», lamenta.
Defiende además la utilidad y complementariedad de este tipo de establecimientos, que atraen el turismo a zonas y ayuntamientos que están fuera del circuito hotelero. «El 93% de los ayuntamientos cuentan con VUTs donde te puedes alojar y eso antes de la pandemia era impensable», señala.
«Somos alojamientos complementarios, no excluyentes. Tampoco tenemos subvenciones ni participamos en planes como el bono turístico, por ejemplo», matiza Aguín.
Respecto a los pasos que están dando algunos municipios para limitar la disponibilidad de este tipo de viviendas, Aguín advierte que «cada vez que se anuncia una regulación, hay boom para registrarse». «Un 30% de los que se registran nunca van a poner la vivienda en alquiler, es una forma preventiva de adelantarse a la regulación», explica.
Según los datos que maneja Aviturga, el 87% de los registrados es propietario de una vivienda, por lo que rechaza la tesis de que el alquiler turístico se haya convertido en una actividad empresarial.
«Entendemos que ya estamos regulados, aunque siempre hay cosas que se pueden mejorar y no nos negamos. Lo único que pedimos es tener datos fiables, pero no se puede regular en base a presiones», afirma, añadiendo que, por ejemplo, en la asociación no tienen «ni una sola queja» de las comunidades de propietarios por este tipo de alquileres.
«Trabajamos en conjunto para mejorar el sector. Estamos en una etapa de construir el modelo de turismo que queremos, una etapa positiva para regular de verdad y no echando balones fuera. No debemos culpabilizar y sí buscar soluciones», insiste.
«IGUALDAD EN LAS EXIGENCIAS»
Tras el ejemplo de Santiago, la ciudad herculina trata ahora de regular este tipo de viviendas. En octubre de 2023 ya limitó las VUTs a los bajos, primeras plantas y edificios enteros. Las viviendas turísticas en edificios completos solo se podrán dar en el ámbito Pepri (Ciudad Vieja y Pescadería).
Para consensuar las próximas medidas de regulación, el gobierno local se ha reunido en dos ocasiones con representantes del sector, que ya han sido emplazados a una tercera junta.
Uno de los asistentes a esas reuniones es el presidente de la Asociación Empresarial de Hospedaje de A Coruña (Hospeco), Agustín Collazos, para el que es el momento «adecuado» para aplicar una regulación. «No nos podemos poner una venda en los ojos cuando ya hemos visto lo que ha pasado en otras ciudades, sería poco inteligente», asegura.
«Desde los hoteles nos intentamos diferenciar lo máximo posible, aportamos cosas que los apartamentos turísticos no ofrecen», explica para defender que desde la asociación no están en contra de este tipo de establecimientos, pero sí exigen «igualdad» en la regulación, «que todos tengan las mismas exigencias».
Esto, apunta, repercutirá en la calidad del turismo. «Ahora mismo las viviendas turísticas solo se rigen por las opiniones que dejan los clientes en los diferentes portales. Y puede ser que haya clientes con malas experiencias que no las estén comunicando»,
Supone también, según reivindica, una apuesta por el turismo sostenible. «Estamos en el momento de elegir el modelo de ciudad que queremos», ha insistido Collados, poniendo el foco también en que se conseguiría «liberar» un poco la situación de la ciudad respecto al alquiler.
A nivel autonómico, si bien las distintas partes afectadas ya se han reunido en varias ocasiones en una mesa de debate que buscaba el diálogo y la modificación de la regulación, esta se ha visto paralizada por los diferentes procesos electorales. Pardal espera que una vez pase el próximo 18 de febrero se retome el diálogo. «Tenemos cuatro años por delante para hacer las cosas bien», comenta.