Vitrasa ha convocado este jueves de nuevo a una reunión a los representantes de los trabajadores, tras el encuentro fallido del pasado jueves. Será el quinto encuentro celebrado «a instancias de la empresa» con el objetivo de intentar llegar a un acuerdo entre las partes. «Para eso es primordial hacerlo en un clima de normalidad, y en el que es fundamental desconvocar la huelga indefinida cuanto antes», ha reiterado la concesionaria a través de un comunicado.
La empresa concesionaria del transporte urbano de Vigo insiste en que su situación es «complicada» y que, con la oferta que ha trasladado al comité, los trabajadores «siguen contando con el mejor convenio de la provincia de Pontevedra». Por ello han pedido que «reconsideren» las propuestas que les trasladaron «y que finalice cuanto antes una huelga indefinida que está perjudicando a la ciudadanía (…) y a los propios compañeros, envueltos en una huelga que tan solo fue votada por el 29 % de la plantilla», ha incidido Vitrasa.
Mientras tanto, los tres grupos políticos con representación en el Concello de Vigo continúan una semana más utilizando el conflicto laboral –que ya suma siete semanas– como arma arrojadiza.
El primero en hacerlo ha sido este martes el portavoz del gobierno local, Carlos López Font, quien ha insistido en acusar al BNG y CIG de una «huelga política» con la que están haciendo «un daño inmenso a la ciudad de Vigo», en referencia a los protestas de estos días que han causado retenciones en la circulación de varios viales a primera hora de la mañana y que, en todo caso, están convocadas desde el comité de empresa, conformado por cuatro sindicatos: CIG, CC.OO., UGT y USO (y ninguno se ha desmarcado de las medidas, sino todo lo contrario).
«Lo que hacen parando el tráfico y obstaculizando las comunicaciones en la ciudad no tiene nombre», ha proclamado el edil socialista, quien ha recalcado que, en esas manifestaciones, «son escasamente 30 personas de la CIG» las que «paralizan el tráfico varias horas». Para el portavoz del gobierno de Vigo, el BNG «va a tener muy difícil que alguien les vote» y ha señalado que los nacionalistas «tendrán que pedir perdón» a los vigueses, y especialmente a los trabajadores, por estas «protestas tan agresivas, que atentan contra la vida diaria de la ciudad».
Finalmente, el concejal ha proclamado que «el gobierno municipal defiende a los trabajadores, no a la CIG» y ha señalado que la central nacionalista «debería estar negociando» para lograr un acuerdo y poner fin al conflicto, ya que ésa «es la obligación de un sindicato».
Tras las manifestaciones de Font, el concejal del PP Miguel Martín ha pedido al gobierno local que deje de actuar «como portavoz» de la empresa concesionaria y ha instado al alcalde, Abel Caballero, ha ejercer sus competencias en el tráfico local, en lugar de «culpar a la plantilla» de Vitrasa del «caos circulatorio».
Al respecto, ha recordado que el gobierno conoce de antemano el itinerario de las manifestaciones y puede informar a los ciudadanos sobre posibles problemas y rutas alternativas.
Martín ha subrayado que la plantilla está ejerciendo su derecho a la huelga y a la manifestación. «¿O acaso lo que quiere decir el gobierno municipal es que los trabajadores no pueden ejercer libremente su derecho a la protesta?», ha cuestionado el concejal del PP, que ha insistido en que el gobierno local ha permitido la «degradación» del servicio de bus urbano y es «incapaz» de solucionar un conflicto en una concesionaria municipal.
Por su parte, el portavoz del grupo municipal del BNG, Xabier Pérez Igrexas, ha publicado un mensaje en la red social X (antes Twitter) en la que se refiere a las manifestaciones del portavoz del gobierno vigués como una «buFONTada». «Si no sale diputado en el Parlamento gallego, tiene bien ganado un ‘puestito’ a nómina de Vitrasa», afirma en ese mensaje en el que hace además referencia a la inclusión del socialista en las listas a las elecciones autonómicas del próximo 18 de febrero.