Paralelamente al mito de Carlos Oroza, sin duda, uno de los mejores poetas orales que han existido en el siglo XX y hasta la actualidad, y con una vida rodeada de misterio, también existe una figura humana de carne y hueso, un hombre con unas vivencias que han permanecido ocultas durante casi toda su vida. Con motivo de su centenario, la Consellería de Cultura ha promovido una exposición titulada “En el norte hay un mar… Carlos Oroza”, en el Museo do Mar de Galicia, en Vigo, abierta desde el 22 de noviembre de 2023 hasta el 25 febrero de 2024. La exposición muestra los entresijos terrenales del mito con facetas totalmente desconocidas hasta ahora para el público porque Carlos Oroza fue poeta, pero también fue actor, dibujante y pintor, un auténtico creativo. La muestra, comisariada por Antonio Chaves y por Carlos Vilas Bugallo, ambos amigos personales de Carlos Oroza desde hace muchos años, cuando todavía no había vuelto a su Galicia natal, abarca desde la niñez del personaje hasta sus últimos tiempos, con numerosos objetos personales, dibujos y pinturas realizadas por el propio Oroza, así como la fotografía de su boda con la madre de su única hija, Marina, además de abundante documentación de su etapa madrileña, que es cuando comienza a desarrollarse como poeta influenciado por autores como Rilke y Walt Whitman, entre otros, de los que a veces toma alguna frase que entrecomilla con respeto entre sus versos. También se muestran libros sobre el Café Gijón, numerosas fotografías, revistas y un extenso etcétera que no resulta nada aburrido sino que hace muy interesante la visita.
Los comisarios de la exposición, Antonio Chaves y Carlos Vilas, han realizado un excelente trabajo y demuestran un profundo conocimiento de la persona y de la vida de su amigo personal Carlos Oroza, sin ambages y sin ningún tipo de interés comercial, sin ánimo de lucro, simplemente descubriendo al visitante un Carlos Oroza real, de carne y hueso. En definitiva, una exposición excelente y de obligada visita, una oportunidad única para conocer al verdadero Oroza de manos de sus amigos.