La Asociación de Vecinos Vigo Centro acaba de sumarse a la recién constituida Federación Gallega contra la Contaminación Acústica, que nació el pasado 12 de enero en Santiago de Compostela con la incorporación de los tres primeros colectivos vecinales de Santiago, A Coruña y Ourense. Se une ahora una de las principales asociaciones de la ciudad viguesa pero ya tienen el apoyo explícito de otras asociaciones de toda Galicia que prevén sumarse en los próximos meses.
Y Vigo Centro lo hace con el objetivo de «visibilizar el problema del ruido, exigir que se cumpla la normativa vigente y modificar la legislación existente«. Los constantes problemas y las quejas que, año tras año, con la celebración de las Navidades y otros eventos tienen los vecinos de la zona han hecho que tomasen la decisión de dar un paso más y asociarse a nivel autonómico ya que, según consideran, el Concello de Vigo «incumple» su propia normativa.
Reconocen que el Concello de Vigo es un «buen ejemplo» de dotarse de normativas y ordenanzas para regular «desde la calidad del aire hasta la contaminación acústica» y ponen como ejemplo los mapas de medición de ruidos por zonas. Sin embargo, lo consideran un «brindis al sol» puesto que «de nada sirve si no va acompañado de los medios humanos, materiales y, especialmente, de voluntad política para hacerla cumplir», especifican en un comunicado de prensa. «El propio Concello alienta el incumplimiento de su propia normativa», tachan claramente.
La colocación de la noria, las atracciones en el entorno de Areal, el mercadillo navideño en la Alameda o «pagando directamente la instalación de cientos de altavoces en las calles durante la Navidad» son algunos de los ejemplos que ponen sobre los incumplimientos de las normas de contaminación acústica.
Declaración de Zonas Acústicamente Saturadas (ZAS)
Y van más allá ya que recuerdan que Vigo tiene una normativa específica en la que están declaradas Zonas Acústicamente Saturadas (ZAS) estando muchas calles de la zona centro dentro de esta área. Es el caso de todo el entorno de Praza de Compostela y Areal.
En estas zonas, según la normativa, se debe garantizar el cumplimiento de la regulación municipal de ruidos en los locales de ocio nocturno, controlar el cumplimiento de la hora de cierre de terrazas o incrementar el control policial, incluso, adscribiendo de forma permanente dos agentes exclusivamente para mediciones sonométricas.
Según señalan, la realidad es otra muy distinta y «demuestra que no se ha pasado del papel a los hechos» explicando que los ruidos y la contaminación acústica cada fin de semana en las calles del entorno de la Alameda, Montero Ríos, Areal, Inés Pérez de Zeta, Pontevedra, Rosalía de Castro, García Barbón o Praza de Portugal es más que palpable. «Las terrazas cierran a altas horas de la madrugada sin respetar el horario de cierre y e permiten aglomeraciones de gente en la vía pública durante la noche gritando y cantando siendo la presencia policial anecdótica», describen.
Es por ello por lo que, «ante este lamentable panorama», desde la asociación de vecinos hayan decidido sumarse a la Federación Gallega para meter presión de forma asociativa y exigir medidas de cumplimiento de las normativas.
Normativa «que no se quede en papel mojado»
Por último, desde el colectivo vecinal hacen un llamamiento y piden que la normativa municipal «no se quede en papel mojado». Y es que abogan por una calidad de vida que no se mida únicamente «por la economía, infraestructuras, servicios o número de fiestas que patrocina un concello», sino también «por el derecho al descanso, la seguridad y la salud de sus ciudadanos«, reivindican.
«La labor para garantizar estos derechos no concluye al aprobar una normativa que, por muy bienintencionada que sea, si no se lleva a la práctica, se queda en papel mojado y lleva a Vigo al top del ránking de ciudades más ruidosas de España», rematan.