Este domingo, cerca de un millón y medio personas han acudido a las urnas para votar en unos comicios históricos en lo que respecta a la participación, con 170.000 votantes más que hace cuatro años y tres puntos por encima del anterior récord, fijado en 2009.
Los llamamientos de los grupos políticos a la población para que ejerciesen este 189F su derecho al voto han calado en esta ocasión entre el electorado gallego, que ha respondido en masa en los colegios electorales, con una participación del 67,30 por ciento, casi veinte puntos por encima de la anterior cita, en 2020, en la que el porcentaje fue del 48,96 %. Era el año de la pandemia y con una cita electoral celebrada en pleno verano.
Esto, traducido en votantes, supone un incremento de más de 170.000 personas, dos veces la población de la ciudad de Pontevedra.
En los comicios de 2016 y 2012, tras superar el 64% en 2009 y 2005 –año en el que el PP perdió la mayoría absoluta–, se mantuvo por debajo del 55 por ciento, con un 53,63 y un 54,91, respectivamente.
«Se debe a la madurez de la población gallega», fue el primer análisis realizado por el director xeral de Emerxencias e Interior, Santiago Villanueva, en su comparecencia a las 22:00 horas en la que, no obstante, emplazó al final del escrutinio para hacer una valoración más exhaustiva.