El Puerto de Vigo ha licitado su proyecto estrella, Peiraos do Solpor, el emblema del su plan estratégico Blue Growth y que cuenta con un presupuesto inicial de 4,3 millones de euros y un plazo de ejecución de 15 meses.
La inversión, repartida en dos anualidades (1,3 millones este 2024 y 3,1 en 2025) está financiada por los fondos europeos Next Generation. El proyecto, realizado en colaboración con la Universidade de Vigo, afronta un triple objetivo: la recuperación de ecosistemas marinos, el fomento de la concienciación y sensibilización sobe la importancia de la conservación de los ecosistemas marinos y la reducción de emisiones de carbono mediante tecnología de captura de CO2.
En concreto, el proyecto consiste en un paseo peatonal elevado sobre el mar, conformado por una serie de tramos de pasarela de idénticas longitudes y apoyadas sobre elementos estructurales.
Tras muchas versiones previas, el boceto definitivo presenta una configuración en forma de T cuya asta conecta con el paseo marítimo de Bouzas. En el extremo final del asta se emplazará un observatorio desde el cual se podrá visualizar el entorno marino de forma superficial y también submarina.
De este observatorio, cuyo coste supone casi un tercio del total, con 1,5 millones de euros, arrancan los dos brazos de la barra en cuyos extremos se disponen otras dos plataformas de observación superficial. Y todos estos elementos estarán enlazados por pasarelas elevadas abiertas al tránsito peatonal.
El observatorio consiste básicamente en un prisma de doble sección octogonal con estructura de hormigón armado que se remata con una plataforma de planta similar protegida por una cubierta de acero.
De esta estructura, la sala de observación submarina será sin duda la gran estrella ya que permitirá contemplar el agua circundante y las especies que lo habitan a través de cinco ventanas.
En el entorno de la estructura, la consecución del objetivo de promoción de flora y fauna marina se logra a través de la implantación de elementos diseñados específicamente para favorecer la colonización por especies muy diversas de organismos vivos que, a su vez, catalicen la producción de biomasa compatible con las condiciones del medio.
Entre estos elementos destacan la formación de dos arrecifes artificiales compuestos por bloques de hormigón de formas especiales, la implantación de biocaptadores sujetos a cabos colgados de la pasarelas y la ubicación de catorce ecopiscinas en la zona intermareal de la escollera de protección del paseo marítimo.