Este jueves se han vuelto a producir largas colas ante los ascensores del Halo por la avería de uno de los dos elevadores. No es la primera vez que ocurre, ya que apenas dos semanas después de su estreno, nueve personas se quedaron atrapadas en uno de los ascensores y al poco tiempo falló uno de ellos. Desde su apertura, el pasado 16 de febrero, han sido varias las ocasiones en las que los usuarios han tenido que esperar más de lo habitual por estar tan solo uno operativo.
El Halo, que permite realizar en apenas 26 segundos el trayecto de Serafín Avendaño a Vía Norte –de unos quince minutos a pie– se ha convertido en una herramienta muy útil para los ciudadanos vigueses y también un atractivo turístico para las personas que visitan la ciudad, que estos días ya nota la combinación del buen tiempo con la proximidad de la Semana Santa, con terrazas repletas y miles de transeúntes por las calles.