La nueva unidad de drones de la Policía Local, bautizada como Unidad Fénix y que tiene entre sus funciones la vigilancia y control de las labores de marisqueo ilegal y prevención de capturas furtivas de especies marinas, sigue ´cazando´ a pescadores furtivos en las costas de Vigo.
Y es que en el último mes y medio, esta unidad del cuerpo de seguridad local lleva sorprendiendo a muchos de estos furtivos ´con las manos en la masa´. La última, el pasado día 13 de marzo en la playa de O Portiño, en la parroquia de Saiáns. Y justo un mes antes, en la playa de A Fontaíña.
Así, en una nueva ocasión y en coordinación con los guardias rurales de la Cofradía de Pescadores de Vigo y la Unidad UMIR, especialista en medioambiente y perteneciente también a la Policía Local de Vigo, este pasado fin de semana interceptó, nuevamente, a dos pescadores furtivos e incluso, uno de ellos, con pulpos que pesaban menos de la mitad del mínimo exigido.
Tal como informa dicho cuerpo de seguridad, el primero fue localizado en la playa de Calzoa-Fuchiños, tras visualizar con la aeronave a un buceador sin la baliza de señalización obligatoria.
La unidad policial mantuvo la vigilancia sobre este individuo y, una vez en tierra, fue interceptado, comprobando que cargaba bolsas con varias capturas, pese a que no tenía licencia federativa de pesca, por lo que fue propuesto para sanción ante la Consellería do Mar, además de por ejercer la actividad en el agua sin ningún tipo de balizamiento de localización reglamentario.
Pulpo, chocos y una dorada
El segundo caso tuvo lugar el pasado domingo, día 24, sobre las 20.30 horas, cuando los agentes realizaban labores de control en la zona de rocas de Cabo Estai debido a la gran cantidad de buceadores que, como apuntan, ejercían correctamente su actividad.
Sin embargo, en las inmediaciones de la playa de Sobreira, localizaron el vehículo de un ´viejo conocido´ por los agentes municipales. Esto, debido a la reincidencia a la hora de llevar a cabo actividades furtivas, mostrando además en sus redes sociales sus capturas ilegales y alardeando de sus excesos en los cupos y en las tallas de las especies, hizo que los funcionarios policiales continuasen con la vigilancia sobre el mismo
Una vez salió del mar, el varón fue interceptado por los agentes, quienes solicitaron que les enseñase las capturas realizadas. El hombre, J.M.A.A. de 52 años, manifestó que las capturas eran de su propiedad y que cumplía con la normativa vigente tanto en número de piezas como en su tallaje.
Así, los actuantes comprobaron que efectivamente su pesca cumplía reglamentariamente con la norma. No obstante, decidieron revisar el maletero del vehículo, localizando un doble fondo en el cual se ubicaba una tina con varios pulpos, algunos de ellos con un peso de menos de 500 gramos, no estando autorizado para su captura, ya que legalmente se estipula un peso mínimo de un kilo por pieza, no pudiéndose apresar más de dos piezas por persona.
También portaba varios chocos y una dorada, comprobando además que carecía de licencia de pesca, por estar caducada desde 2023. Por todo ello, fue propuesto para sanción y las especies encontradas, que superaban los 8 kilos, fueron entregadas a una entidad social. Mientras, el material de pesca intervenido al denunciado fue depositado en las dependencias de Guardacostas de Galicia.