El panorama discográfico es inabarcable y además transfronterizo. Las listas de las cadenas mainstream ya no tienen utilidad (se siente, radio fórmulas) cuando tú mismo puedes crear tus “cuarentas”, o tus doscientos, en tu plataforma favorita de streaming (que además, algoritmo traicionero mediante, te recomendará nuevas propuestas con base en tus gustos… o al menos en aquellos discos y artistas que escuchas y/o guardas en tu perfil).
El papel de la prensa puede ser válido entonces como filtro. ¿Se fía el lector del gusto de quien escribe? Entonces no deje de leer… bueno, para el caso (y aventuro, a partir de ahora en este su diario local favorito) las recomendaciones heterogéneas y, deseo, de mirada muy abierta (un ojo de pez, prácticamente, no hago ascos a ningún género) de quien arriba firma esta panorámica rápida por algunas novedades significativas del mes que estamos cerrando.
The Jesus and Mary Chain
The Jesus and Mary Chain vuelven tras casi diez años de silencio creativo con Glasgow Eyes. Los hermanos Reid hace tiempo que han recompuesto su relación personal para ejecutar directos tan solventes como el ofrecido en Festival Noroeste Estrella Galicia en 2017. Solo faltaba un buen disco que hiciera justicia a su legado, pues los últimos trabajos de la banda son poco significativos.
Mucho ha llovido desde aquellos ochenta en que ellos eran el norte de la brújula rock, pero este disco repleto de confesiones y memorias personales (en paralelo, preparan una autobiografía que se publicará a lo largo de este año) los muestra, al menos, con ganas de seguir reverenciando a sus ídolos (de la Velvet Underground a Suicide, pasando por Bob Dylan y los Beatles) desde un gusto por las buenas melodías y cierta dosis de incomodidad sonora. No se espera nadie muros de impenetrable distorsión, pero sí jugueteos electrónicos y disonancias curiosas. ★★★☆☆
Shakira
La siempre-en-el-candelero Shakira con Las Mujeres Ya No Lloran factura (chiste bobo) un disco confesional donde se mezcla lo público ―su carrera musical― con lo supuestamente privado pero obvia carne de cañón para la prensa de la víscera el corazón (creo que no hace falta contarles nada al respecto). “La Loba” recupera su ristra de singles de los dos últimos años, y al volver a escucharlos se constata la habilidad para componer pepinazos ultra comerciales, destacando “Te felicito” con Rauw Alejandro.
El disco, compuesto claramente de dos partes, abre con una primera mitad de composiciones inéditas, auténtica bombonera de nuevas canciones francamente contagiosas, muchas por cierto transmitiendo plena y juguetona felicidad. Irregular, nada sorpresivo (un combinado de pop para todos los públicos, ritmos con raíces latinas y música urbana para estar “en la ola”), pero también con nuevas dianas que sin duda van a convertirse en exitazo rotundo (“Puntería” , con Cardi B), ante Las Mujeres Ya No Lloran reconocer el buen momento musical de la del “Waka-Waka”. ★★★☆☆
Kim Gordon
Kim Gordon con The collective sigue siendo la emperatriz irredenta del rock experimental. Ya septuagenaria, la ex miembro de Sonic Youth podía bajar la marcha y entregar algo más o menos comercial que la ubique como matriarca del rock alternativo con honra, pero ella sigue en sus trece, retorciendo la música en un disco urbano, salvajemente recargado de trap, ruidismo y experimentación. Uno de los discos del año, aunque no una obra fácil para los novatos en el universo Gordon. ★★★★★
Four Tet
Kieran Hebden, alias Four Tet ,el muy guasón entrega con Three no su tercero, sino su duodécimo trabajo. Mantiene en él su electrónica elegante, modélica, que vale tanto para el baile (no desenfrenado) y el chill. Frondoso bosque de ritmos, sonidos y ambientes, este es un disco de música electrónica que puede gustar a los que no escuchan música electrónica. Y sin claudicar en sus propio estilo. NO estamos ante unos Daft Punk que maridan pop y soul clásico y vocal con guitarras clásicas y ritmos discotheque, sino ante un constructor de sonoridades digitales y orgánicas fluídas: dub, ambient, house e intelligent techno, todo el acervo d ela electrónica de lo súltimos decenios se conjuga en este disco. ★★★★☆
Adrianne Lenker
Desde la escena alternativa nos llegó también una joya, el disco de Adrianne Lenker, la líder del trío Big Thief, que en solitario muestra armas igual de embriagadoras. No es nada nuevo, ya que Lenker atesoa con este cinco discos ya sin el apoyo de su grupo. Bright Future es un tratado mayúsculo de folk capitaneado con una voz sublime entre la fragilidad y la fortaleza, la luminosidad y la oscuridad. ★★★★★
Acabemos con un revuelto rápido: no podemos dejar de mencionar que en marzo han sacado nueva música no pocos nombres conocidos (a escalas diversas, del mainstream a los escenarios mayores del Primavera Sound): Señor Chinarro, incombustibles, han sacado su décimo noveno trabajo, Cal Viva, y rubrican con él su habitual buen nivel; Yard Act mantienen vivo su pos-punk con Where’s My Utopia?; Guillem Gisbert, el cantante de los maravillosos Manel, se despliega en solitario con Balla la Masurca! ; Waxahatchee abandona ―diría que definitivamente― el indie rock para abrazar de nuevo el country (con poso alternativo) en Tigers Blood; el compositor minimalista Max Richter entrega Spaceman, una nueva banda sonora de un producto de Netflix (la película El astronauta, suya fue la famosa BSO de The Leftovers, por ejemplo).
Y en la porción del pastel que reservamos a lo más comercial, nombres consagradísimos como Norah Jones han sacado nuevo disco (Visions) y aquí Estopa ya han puesto su Estopía en el top de ventas de España, posicionándose como candidatos a concierto estival en Castrelos (concierto que rechazaron hacer en 2004, por cierto).
También arrasa en ventas en España Justin Timberlake con su Everything I Thought It Was, y Kacey Musgraves publicó en marzo su retorno, Deeper Well.
Y por último mencionemos a Ariana Grande con Eternal Sunshine y la siempre-en-el-candelero Shakira (con Las Mujeres Ya No Lloran), que facturan (chiste bobo) discos confesionales donde se mezcla lo público, sus carreras musicales, con lo supuestamente privado pero obvia carne de cañón para la prensa de la víscera el corazón (el noviazgo con marejada rosa de Grande con Ethan Slater, y de Shakira no hace falta contarles nada).
Me paro, para ir cerrando, en “La Loba” porque Shakira recupera la ristra de singles de los últimos tiempos (no precisan presentación, ¿verdad?) y a mayores hace diana con una bombonera de nuevas canciones francamente contagiosas, muchas por cierto transmitiendo plena y juguetona felicidad. Uno puede ser más de Kim Gordon pero reconocer el buen momento musical de la del “Waka-Waka».