Los operarios trabajan a contrarreloj para acoger, en la tarde de este viernes, la fiesta de la Reconquista.
A primera hora de este viernes ya se puso en marcha, por un lado, el montaje de los 200 puestos que conformarán el mercado de época y, por el otro, las instalaciones de seguridad por parte de operarios municipales.
Así, en esta ocasión, por primera vez, se ha dispuesto una doble valla en el Paseo de Alfonso, que se estrena acogiendo uno de los nueve torreiros que conformarán la romería por excelencia de la ciudad de Vigo. Este año, tanto el mercado como las actividades se han expandido hacia Elduayen y el Paseo de Alfonso por lo que, para evitar incidentes, se han dispuesto dos vallas metálicas a lo largo del mirador.
Con una altura considerable hacia la calle Poboadores, desde el Concello no han querido correr riesgos y se impedirá que tanto los más pequeños como los imprudentes se acerquen hasta el mirador.
Y es que la previsión meteorológica no es del todo buena pero sí mejor de lo esperado a principios de semana, cuando desde la Asociación de Vecinos del Casco Vello incluso se barajó la posibilidad de aplazar la fiesta. Por ello, se espera que de nuevo miles de personas abarroten las calles del Casco Vello en una celebración que cuenta desde 2018 con el título de Fiesta de Interés Turístico Nacional y que se prolongará desde la tarde de este viernes hasta la medianoche del domingo con decenas de actuaciones por todo el Casco Vello.
La música y las representaciones de la histórica Reconquista de 1809 estarán acompañadas, como no puede ser de otra manera, por los choripanes, el vino y la cerveza que no pueden faltar en una romería de estas características.
Y es que, según ha apuntado COPE Vigo, los hosteleros prevén vender en torno a unos 200.000 choripanes este año, en el que se han incrementado las peticiones a los mayoristas con respecto al año pasado. «Nosotros tenemos 40 barriles de cerveza, que son unos 1.000 litros», señalaba uno de los hosteleros a la emisora.