“Wotomami» es un espectáculo unipersonal en el que Chely Capitán habla con humor, acidez e inteligencia sobre sus experiencias como madre, esposa y mujer. Un show lleno de música, baile y monólogos que promete hacernos reír a carcajadas y reflexionar sobre la vida cotidiana.
Para quienes no conozcan aún a Chely Capitán podremos presentarla como una cómica con una amplia trayectoria en el mundo de la comedia. Ha trabajado en televisión, radio y teatro, y ha participado en numerosos programas de éxito como «El club del chiste», «Al ataque» o «Todo el mundo es bueno» y actualmente forma parte del elenco de cómicos de El Club de la Comedia.
Si quieres disfrutar de una noche llena de humor, no te pierdas el show de Chely Capitán en Sinatra Club este viernes 12 de abril (link a la taquilla), a las 22:30 horas.
VIGOÉ ha tenido la oportunidad de hablar con la cordobesa antes de su llegada a Vigo y esto es lo que nos ha contado.
Chely, tu show «Wotomami» está siendo un éxito. ¿Cómo surgió la idea de crear un espectáculo tan peculiar en el que se combina humor, música y baile?
“Wotomami” es un proyecto que nace de la necesidad de reinventarse. En los últimos años, hemos presenciado la llegada de talentos excepcionales al mundo de la comedia. Ante esta realidad, se vuelve imprescindible encontrar nuevas formas de sorprender al público.
Además de la comedia yo canto, tengo un tributo a Mecano, y vi el pelotazo de Rosalía, y me sentí motivada a seguir sus pasos, decidí recrear su imagen, utilizando las mismas poses y misma tipografía para mi proyecto, al que inicialmente llamé «Motomami». No obstante, este intento de emular el impacto de Rosalía atrajo la atención de sus abogados y tuve que cambiar el nombre del show. Opté por utilizar mi ingenio y darle un giro a la M y convertirla en W, así nació “Wotomami”, una nueva reinvención que además está funcionando muy bien.
Durante el show hablas de tus experiencias como madre, esposa y mujer. ¿Te costó mucho abrirte en el escenario sobre temas tan personales?
Abrirme a temas personales no fue difícil para mí ¡Soy como un libro abierto! El 90% de mi material de monólogo se basa en experiencias vividas en primera persona.
Me sumerjo en situaciones cotidianas que resuenan a muchas mujeres, como esos periodos largos sin salir, las reuniones entre amigas o las frustraciones con las tallas de ropa que varían drásticamente de una tienda a otra. Para mí, el día a día es una mina de oro para el humor ¡A todo debemos sacarle un poquito de comicidad!
Llevas muchos años haciendo humor en salas, en televisión, en teatros ¿Cómo crees que ha evolucionado el humor en los últimos años? ¿Qué opinas de la tendencia actual hacia un humor más ácido e irreverente?
Es cierto que tengo una trayectoria en el mundo del humor, pero siempre me ha gustado mantenerme actualizada. A diferencia de algunos cómicos que pueden quedarse anclados en un estilo o contenido, siento que la clave está en la evolución y la adaptación constante.
Siempre digo que a muchos cómicos les hace falta carrera y carretera ya que ese texto que tú haces en un bar de moda en Malasaña lo llevas a un pueblo de Huelva y… chirría un poco.
Estar al tanto de las tendencias y de lo que está pasando en el mundo es esencial para mantener fresco mi material. Pero además, observar de cerca las costumbres locales es crucial. Conectar con el público a través de referencias y situaciones que les resulten familiares es la mejor manera de asegurar que mi humor resuene con ellos.
Las redes sociales han dado voz a nuevos humoristas. ¿Crees que esto ha enriquecido el panorama cómico?
Las redes sociales se han convertido en un buen lugar para descubrir talentos emergentes, como Juan Dávila o Martita de Graná, quienes han demostrado su valía tanto en el formato digital como en escenarios físicos. Sin embargo, también es cierto que existe otro fenómeno: personas que se vuelven virales pero que, al enfrentarse al público en vivo, no logran captar la misma atención.
Estas expectativas pueden generar cierta decepción en el espectador ya que lo que muestras en las redes sociales no coincide con la realidad del espectáculo en vivo. Algunos creadores digitales se limitan a repetir lo que han hecho viral en sus vídeos, sin el entorno presencial.
Sin embargo, prefiero enfocarme en el aspecto positivo: las redes sociales nos han brindado la oportunidad de descubrir talentos que, de otra manera, podrían haber pasado desapercibidos.
El mundo de la comedia ha sido tradicionalmente un espacio masculino. ¿Has sentido alguna vez discriminación por ser mujer? ¿Crees que es importante que las mujeres tengan su propia voz en el mundo del humor?
La discriminación, ya sea positiva o negativa, es un tema que ha afectado mi carrera como cómica en más de una ocasión. Es sorprendente, y lamentable a la vez, que hasta hace poco algunas salas solo contrataban cómicos masculinos, ignorando por completo el talento de las mujeres. Recuerdo salas que justificaban su exclusión de mujeres argumentando que al programador, en una ocasión no lo había gustado el show de una cómica, lo cual era una excusa injustificada para no dar oportunidades a más mujeres.
Mi postura siempre ha sido clara: quiero que me contraten por mi habilidad como cómica, no por cumplir una cuota de género. No debería importar si somos tres hombres y una mujer en el escenario, lo importante es que el talento y el humor sean los protagonistas.
Hace 17 años, cuando empecé en la comedia, tenía una hija muy pequeña y enfrentaba obstáculos que, francamente, a veces me parecían infranqueables. Reconozco que me ha costado mucho más llegar a donde estoy hoy en comparación con mis colegas masculinos. Sin embargo, también debo admitir que en algunos momentos prioricé mi familia sobre mi carrera. Ahora que mis hijas son mayores, tengo más libertad para dedicarme plenamente a mi carrera.
Es importante destacar que siempre he tenido el apoyo de mi marido, quien ha asumido con responsabilidad el cuidado de nuestros hijos ¡qué también son suyos! La igualdad dentro de la familia ha sido fundamental.