Aunque lejos de los 32,2 grados que marcaron los termómetros en la localidad ourensana de Leiro –la máxima de Galicia–, Vigo ha disfrutado en la jornada de este jueves de una agradable temperatura con una máxima de 25,3 grados que llevó a muchos a los arenales a tomar el sol y olvidar el semestre más lluvioso de las últimas dos décadas, que entre octubre de 2023 y marzo de este año dejó más de 1.560 litros por metro cuadrado en la ciudad.
Abril, haciendo honor a su fama, está resultando un mes completamente inestable, con jornadas marcadas por las lluvias, el viento y también el frío.
A mediados de esta semana, no obstante, ha tomado posiciones un anticiclón que desde este jueves y, al menos, hasta el domingo, permitirá que los cielos estén poco nubosos y que las temperaturas sean más altas de lo habitual, tanto en lo que respecta a las mínimas como las máximas. Ello ha hecho que playas como Samil y O Vao se llenen de bañistas apurando los primeros rayos de sol de la primavera y, los más intrépidos, incluso disfrutando del mar, que esta mañana estaba a una temperatura de 15 grados en la Ría de Vigo.
Según el pronóstico de Meteogalicia, la situación cambiará a partir del domingo, cuando la entrada de una zona de aire frío provocará un incremento de la nubosidad en el norte, una bajada de las temperaturas y algún chubasco tormentoso en el interior de la comunidad. El lunes, indica la agencia gallega, un anticiclón volverá a dominar, pero habrá viento del norte que dejará unas temperaturas más bajas que las de esta semana.