La asociación ecologista Adega ha denunciado este viernes una nueva agresión ambiental en el río Lagares en plena época de cría de las aves y la fauna de esta zona.
Según ha señalado en una nota de prensa, la semana pasada comenzaron los trabajos de ampliación del paseo en el tramo comprendido entre las calles Severino Cobas y Manuel Álvarez, «aumentando considerablemente el impacto sobre la avifauna».
«Es el motivo por el cual se establecen periodos en las distintas directivas y pliegos de contratación, que van normalmente del 1 de abril al 30 de junio, en el que no está permitido ejecutar este tipo de obras», indica la asociación.
Los trabajos consisten en la realización de cortes y rozas y también incluyen la instalación de estructuras como pasarelas y puentes, para lo cual se está empleando maquinaria pesada como grúas de gran tonelaje.
Según Adega, «resulta sorprendente que el Concello inclumpla esta condición si figuraba en los informes presentados por la empresa, ahora ejecutora, en el proceso de licitación de estas obras cuyo no cumplimiento choca frontalmente con varias normativas, entre ellas la Directiva 2009/147/CE del Parlamento Europeo y del Consello relativa a la conservación de las aves silvestres o la normativa impuesta por el Servizo de Conservación da Natureza de Pontevedra, que establece un período de Parada Biológica en esta época del año, incumplimiento que también comete el Concello de Vigo de forma sistemática al realizar talas de árboles urbanas dentro de este periodo».
Según la nota, en este tramo del río Lagares se encuentran especies de anfibios y aves como la estroza (Hyla molleri), la rana patilarga (Rana iberica) o el ‘picapeixe’ (Alcedo atthis), que están protegidos por su vulnerabilidad atendiendo a distintas normativas europeas en materia de protección de especies y aves.
La asociación ecologista subraya que «es imperativo» establecer un calendario de obras en función de las limitaciones temporales que permitan respetar los periodos de nidificación de la avifauna y no dejar todo «al chou» por atender a otros intereses como es «la consecución de la distinción Sendeiro Azul de la ADEAC».
A pesar de admitir que la puesta en valor del río Lagares y la creación de sendas que permiten aumentar los espacios verdes disponibles para la ciudadanía es algo positivo, Adega reclama que estas actuaciones se enmarquen «en un proyecto más ambicioso y valiente que permita la renaturalización del río Lagares, lo que incluiría liberar de diques, edificios y naves la zona de servidumbre para su recuperación, entendiendo que el ecosistema de un río no es solo el flujo del agua, sino las zonas de servidumbre y policía adyacentes».