Las dunas de la playa de O Vao seguirán creciendo con mayor protección ya que el Concello ha vuelto a ampliar, una vez más, el espacio delimitado en el arenal vetado a los bañistas.
Al contrario de lo que inicialmente se podría pensar, el crecimiento de las dunas lleva aparejado un aumento de la playa, ya que cada vez tiene más arena y ello favorece a su mejor conservación. En el extremo contrario está el caso, por ejemplo, de otros arenales gallegos en entornos urbanos, totalmente arrinconados por la ciudad y que pierden arena cada invierno y en los que incluso se llegó a hacer polémicos rellenos con arena traída de otros lugares.
Esta semana se ha instalado nuevos postes de madera para que las dunas avancen en su regeneración, totalmente consolidada. Con respecto a la delimitación anterior, los nuevos cerramientos ganan entre medio metro y hasta dos metros en la mayoría del arenal, mientras que en el tramo final de la playa se ha cercado un espacio mayor en el entorno de las rocas que separan de forma natural las playas de O Vao y Baluarte, conocida también como Breadouro.
Hace once años que el Concello decidió revertir el modelo que imperaba en este arenal de la parroquia de Coruxo y cedió total protagonismo a la duna, que agradeció el gesto creciendo hasta superar los siete metros de altura por encima del nivel del mar. Fue en 2013 cuando se puso en marcha un plan de conservación que ha demostrado ser un rotundo éxito ya que hasta entonces la duna prácticamente había desaparecido tras perder el 70% de su tamaño.
La iniciativa forma parte de un proyecto global de conservación y defensa de la franja litoral en los arenales, no sólo de O Vao, sino también de Fontaíña –donde también ganan terreno año tras año las dunas–, Calzoa, Samil y Cabo de Mar, para unos 5.000 metros cuadrados de superficie. El objetivo es preservar, por tanto, el litoral compatibilizándolo con su uso ciudadano.
Desde 2020, además, la zona está catalogada como Espacio Natural de Interés Local (ENIL), lo que otorga al entorno una protección especial. Esta protección se hace extensiva también al arenal vecino, de Baluarte, que en el que también se le está dando más cancha a la duna, y a la pequeña playa de Mirambel, en la que lucen nuevas barandillas de madera en las delimitaciones con la carretera y la senda que discurre hasta Canido.
Los resultados, tanto en O Vao como en las playas que la delimitan, son asombrosos, avalando una actuación que podría convertirse en ejemplo para la recuperación de Samil, mucho más afectada por la presión urbanística y sin rastro de las dunas que hace 50 años, también allí, lucían en todo su esplendor.
El perímetro que delimita la duna ya está completamente cerrado con los nuevos postes y cables y ahora el objetivo es preparar de cara a la temporada veraniega uno de los arenales más turísticos de la ciudad, que con 800 metros de largo y 45 metros de ancho se disputa con Samil –según a quién se le pregunte y dependiendo si se tiene en cuenta o no que esta segunda se «divide» entre Samil y Argazada– el título de la más grande de la ciudad.
Preparación de cara al verano
Desde hace días, los operarios trabajan en la zona, retirando plantas invasoras del arenal, limpiando las pasarelas repletas de arena tras el complicado invierno y arreglando las vallas, muchas de las cuales han tenido que ser reemplazadas.
También se trabaja el paseo de madera, muy deteriorado por el paso del tiempo y en los accesos al arenal, reparando a contrarreloj los desperfectos mientras decenas de bañistas ya llevan semanas aprovechando el buen tiempo para disfrutar de los primeros baños de sol –y de mar los más valientes– del año.
En el mes de marzo, además, el Concello se vio obligado a cerrar durante el fin de semana uno de los accesos a la playa por los daños que causaron los sucesivos temporales que azotaron el área y que causaron importantes destrozos en la malla de protección de la duna, llegando a desprenderse los soportes que sujetaban las redes. Esta zona es una de las que luce nuevos cerramientos, con el objetivo de que la acción natural del mar recupere la importante pérdida de arena en este punto.
Cerrado el acceso a Baluarte
Irreparable, por el momento, está uno de los dos accesos a la playa nudista de Baluarte, también conocida como Breadouro.
Tras las quejas por parte de los usuarios del mal estado de la pasarela, que ha provocado más de un accidente, el Concello ha decidido sellarla e impedir el acceso por esta zona, mientras no se acomete la reforma estructural que precisa.
Otra de las novedades que ya lucen en el arenal de O Vao son los nuevos contenedores de residuos, recientemente instalados a lo largo de toda la playa y que también han sido distribuidos en el resto de las playas de Vigo.
Se trata de contenedores de reciclaje realizados en madera que disponen de cuatro depósitos para el reciclaje de los desperdicios y que, a diferencia de los tradicionales contenedores verdes más pequeños que se disponían en las playas, cuentan con una estética mucho más moderna y armoniosa con el entorno.