Vigoé ha contactado con la doctora Ana Vila-Concejo, alumna de la primera promoción de Ciencias del Mar en la Universidad de Vigo, en 1996, doctora en Oceanografía por la Universidad de Algarve (Portugal), y actualmente Catedrática de Geomorfología Costera en la Universidad de Sydney (Australia).
Usted estudió y se formó en España. ¿Cómo fue que terminó trabajando en Australia?
Cuando terminé la carrera en el 96 nos quedamos 6 haciendo la tesina en el mismo departamento. Sólo 2 tenían beca y el resto, casi todos, o nos fuimos o lo fuimos dejando. A mí me salió la oportunidad de trabajar en la Universidad del Algarve, en Portugal, para un proyecto de la UE y la verdad que ni me lo pensé.
Así que acabé trabajando en Faro en un proyecto con 21 instituciones de investigación internacionales, una oportunidad increíble, y acabé haciendo el doctorado allí. Una vez que terminé, trabajé allí algo más de un año antes de mudarme a Australia por motivos personales.
A mi marido le salió una oportunidad allí y él ya se había venido a Portugal por mí, así que era mi turno. Nos fuimos. Yo no tenia trabajo y muy pocos contactos. Pero una cosa llevó a la otra.
Trabajando duro y combinado con suerte, acabé en la Universidad de Sídney, que es una de las mejores universidades del mundo en mi área de investigación.
¿En qué consiste su trabajo?
Soy profesora universitaria 40:40:20. Esto significa que tengo 40% de docencia, 40% de investigación y 20% de administración. A lo largo de los años que llevo en Sídney, he conseguido concentrar mis clases en unos 3 meses al año, durante esos meses casi no tengo tiempo para nada más que para las clases.
Doy clases en tercer curso y en el máster, y me llevo a los alumnos en una salida de campo de un fin de semana completo. El resto del tiempo lo dedico a investigación y administración.
En administración tengo varios cargos, soy subdirectora de la escuela de Geociencias, parte de la Facultad de Ciencias, subdirectora de una estación de investigación en la gran barrera de coral, One Tree Island Research Station, y co-Directora del Instituto de Estudios Marinos de la Universidad de Sydney.
Los trabajos de investigación incluyen salidas de campo para adquirir datos. Voy todos los años a One Tree Island y también participo en campañas internacionales. Acabo de regresar de una campaña en las Maldivas donde estamos investigando la respuesta al cambio climático de islas coralinas en arrecifes.
En Julio iré a Holanda, donde vamos a construir una isla en un laboratorio y estudiar la respuesta con diferentes condiciones de nivel del mar y oleaje. Después de la adquisición de datos hay que analizarlos y procesarlos y escribir y presentar los trabajos. Esta es una parte que lleva mucho tiempo, producir un artículo científico lleva meses y a veces años; a menudo tenemos varios artículos siendo producidos al mismo tiempo.
Y quiero resaltar que el mito del profesor universitario que da unas clases y luego descansa es justo eso, un mito. Cuando las clases acaban comienza la investigación intensiva que a menudo se termina haciendo en los ratos libres que nos dejan las clases y otras actividades administrativas.
¿Qué diferencias y similitudes encuentra usted entre los ecosistemas australianos y los de su Galicia natal?
En mi trabajo en playas en estuarios y bahías colaboro con gente de la Universidad de Vigo, particularmente con Irene Alejo, que fue mi directora de tesina, y vemos que no son tan diferentes. Las mayores diferencias están relacionadas con las condiciones del oleaje Atlántico, que son diferentes del Pacífico, y también las mareas. Aquí las mareas son mas o menos de 1 metro. Las comparaciones que estamos haciendo nos sirven para estudiar los efectos de estas variaciones en estas playas. Acabamos de publicar un estudio internacional sobre estas playas con 28 coautores internacionales.
La otra parte de mi trabajo es en arrecifes de coral, y ahí sí que es muy diferente ya que Galicia no tiene corales tropicales ni islas coralinas. Pero al final, mi investigación básica estudia cómo el agua mueve la arena en diferentes circunstancias, y parte de mi investigación con corales podría ser transferida a arrecifes de ostras o praderas marinas.
Usted ha realizado un estudio clarificador sobre un misterioso acontecimiento en una playa australiana. ¿En qué consistía ese misterio y cuánto tiempo le ha llevado la investigación para clarificarlo?
Más que una investigación ha sido una curiosidad. Hay una playa en Sídney que es efímera, esto significa que sólo aparece en raras ocasiones. La verdad que es un misterio porque no lo hemos estudiado. Cuando llegué a Sídney en el 2005 y me hablaron de esa playa me fascinó. Desde entonces ha aparecido y desaparecido muchas veces, a veces sólo dura unos días.
Así que ni me entero de que ha aparecido, pero en el 2007 y 2015 estuvo presente varios meses y volvió a aparecer a finales del 2023. La playa en cuestión, playa Mackenzies, está muy cerca de otras playas populares en Sídney. Con los medios sociales, Instagram etc., esta vez se hizo muy popular y despertó la curiosidad de la prensa que nos ha entrevistado varias veces.
Es misteriosa porque no se sabe cuando va a volver. Para tener una playa hacen falta 3 ingredientes esenciales: un espacio donde ponerla (espacio de acomodación), arena de un tamaño adecuado, y oleaje para poder mover esa arena al espacio de acomodación y acumularla por encima del nivel del mar. En el caso de Mackenzies el ingrediente que más limita es la arena, que a veces esta disponible donde las olas la pueden recoger y mover a la playa. En otras ocasiones, la mayoría de las veces, las tempestades de oleaje han movido esa arena a un sitio donde el oleaje predominante no le llega. Y pasan años hasta que, de alguna manera, unas condiciones de oleaje muy particulares, ponen esa arena otra vez a disposición de la playa.
Desde su perspectiva como investigadora en un país extranjero, ¿cómo valora la formación académica recibida en la Universidad de Vigo?
Fantástica, creo que la formación multidisciplinaria de Ciencias del Mar me ha ayudado mucho en mi carrera. Quizá en mis tiempos era un poco multidisciplinaria de más, pero creo que ese aspecto ha mejorado.
La formación en universidades españolas es muy buena en general. Existen asociaciones de investigadores españoles en el extranjero. Yo soy parte de los Investigadores Españoles en Australia Pacifico, algo que demuestra la buena formación que recibimos y que trabajan para que esa formación sea parte de cómo se percibe España en el exterior.
Qué consejos les daría a las personas que inician su andadura en el campo de las Ciencias del Mar.
Que sigan lo que les apasione y que no se desanimen. Todos recibimos muchos “no» hasta que recibimos un “sí” ; muchos de nosotros sólo hemos recibido un solo “sí “ en nuestras vidas profesionales. A menudo las vidas profesionales no son lineales, hay que tomar cada bifurcación con cuidado, pero con pasión, y una cosa lleva a la otra.
Con el cambio climático, que no es un mito, hay necesidad de científicos. Necesitamos personas que sean capaces de resolver problemas y trabajar con otras disciplinas.
¿Volvería usted a España si tuviera una oferta de trabajo tentadora? ¿Cómo tendría que ser esa oferta?
Con la cabeza, tendría que pensarlo muy bien. Profesionalmente estoy muy bien aquí, mis hijos tienen sus vidas aquí. Mi marido se iría a España antes que yo, y eso que él es australiano. ¿Podría continuar mi carrera en España? No sé si conozco el sistema lo suficiente o si sería un suicidio profesional.
Con el corazón, ¡absolutamente sí! Cuando me marché a aquel trabajo en Portugal en 1998 no pensé que pasaría tantos años fuera. Me gustaría volver y traer conmigo todo lo que he aprendido en estos años. La oferta tendría, por supuesto, que ser similar a lo que ya tengo, un puesto fijo en condiciones similares a las que tengo. Y tendría que reconocer mis méritos profesionales en el extranjero.
No querría pasarme un año o más haciendo papeles, la idea de tener que hacerlo me aterroriza. Me da menos miedo organizar una campaña de campo para 20 personas en un lugar remoto porque la burocracia me agota. Pero la familia y los amigos tiran… ¡mucho!