El Bloque Nacionalista Galego apuesta por renovar el mapa de líneas del servicio de autobús urbano de Vigo y que para ello se cuente con la participación de los vecinos.
El frente nacionalista ha trasladado esta propuesta después de mantener este viernes una reunión con la Federación de Vecinos Eduardo Chao (Favec) como punto de partida de la campaña del Bloque ‘Máis buses, menos multas’ para revolucionar la movilidad en la ciudad.
«De este encuentro pudimos comprobar el elevado nivel de coincidencia tanto en la diagnosis de los problemas que tiene el bus urbano en la ciudad como en las medidas para mejorar el servicio», destacó el portavoz municipal del BNG de Vigo, Xabier P. Igrexas, quien recogió las propuestas y necesidades trasladadas por la Federación Vecinal junto con el también concejal nacionalista, Filipe Abalde.
Igrexas subrayó que el rediseño del mapa de líneas es una «reivindicación histórica» del movimiento vecinal de Vigo, con el objetivo de conectar «de verdad» los 110 kilómetros cuadrados del término municipal.
«La ciudad no finaliza en su centro, son también sus barrios y parroquias que quedan en la práctica aisladas por un muy deficiente servicio de bus urbano, agravado desde el año 2019 con la reducción de 250 frecuencias», aseguró.
Un nuevo mapa de líneas que, a juicio del Bloque, tiene que ir acompañado de un aumento sustancial de las frecuencias de paso de los buses así como de una mejora de los actuales horarios.
En ese camino, desde la frente nacionalista consideraron «imprescindible» contar con la participación del vecindario a través del movimiento asociativo «que es quien mejor conoce los problemas y necesidades» del servicio de transporte urbano.
«Estudio trampa»
El portavoz municipal del BNG lamentó en ese sentido que Abel Caballero continúe «instalado en la sordera autoritaria» de cara a el fin de la concesión del bus urbano el próximo año 2025.
Así, la única medida adoptada por el Gobierno municipal fue encargar un estudio técnico, licitado el pasado diciembre por un importe próximo a los 400 mil euros, que se está elaborando de forma «opaca y sin diálogo», asegura.
«La empresa a la que se le encargó este informe no se puso en contacto con el movimiento vecinal», afeó Igrexas. Alertó por estos motivos del «riesgo real» de que el estudio sea una «trampa que sirva de coartada para empeorar aun más el servicio de bus urbano en función de los intereses de la concesionaria», imponiendo criterios de coste-efectividad en el nuevo diseño de las líneas para prescindir de aquellas que no son rentables para la empresa pero que son «vitales» para el vecindario de los barrios y parroquias.
Desde el frente nacionalista demandaron así que el Gobierno local aclare en que situación se encuentra este estudio, que se informe con quién se está hablando, qué datos se están recogiendo y cuáles son los objetivos del mismo.
«En el BNG queremos dejar claro que hay alternativa al desastre de servicio de bus que presta Vitrasa», defendió Igrexas, quien anunció que en los próximos días y semanas continuarán con la ronda de encuentros con colectivos y entidades sociales para seguir recogiendo sus ideas y necesidades.
«Sabemos que existe un objetivo compartido de dotar la ciudad de Vigo de una movilidad alternativa que nos permita avanzar hacia una ciudad más sustentable en términos ecológicos, más segura y mucho más habitable donde las personas le ganen espacio a los coches», remachó el portavoz municipal del Bloque.
Consejo Sectorial de Transportes
Por su parte, la presidenta de la Favec, María Pérez, subrayó la coincidencia del movimiento vecinal con las propuestas de la campaña del BNG ‘Máis buses, menos multas’, que incorpora muchas de las reivindicaciones históricas del asociacionismo vigués.
Lamentó por contra que el Gobierno municipal continúe desoyendo las demandas vecinales en relación al servicio de bus urbano y, en ese sentido, Pérez llamó a que se convoque el Consejo Sectorial de Transportes, como órgano de participación sobre la movilidad de la ciudad, que lleva sin reunirse desde finales del año 2019.