En los últimos meses, la instalación del Halo, de Vigo, ha sido el escenario de varios suicidios, un problema humano cuya solución no resulta fácil. Es indudable que la protección más importante e indispensable contra los suicidios consiste en el adecuado tratamiento psiquiátrico, con la debida atención regular del paciente. Sin embargo, su eficacia tampoco es absoluta, y los problemas derivados de las demoras en el tratamiento y la falta de suficiente personal especializado, conllevan tristes desenlaces. La situación vinculada directamente con la medicina quizá no resulte fácil de resolver, pero existen soluciones para otros frentes. En la ciudad de Madrid, el viaducto de la calle Bailén ha sido durante años el trágico escenario de numerosos suicidios. Para solucionarlo han optado por la instalación de paneles transparentes, tal como puede observarse en la fotografía, algo que podría llevarse a cabo en el Halo.