Esa es la antigua cárcel de Vigo, en la Avenida de Madrid. Completamente abandonada y llena de maleza. Tal como está, se trata de un espacio desaprovechado para otras instalaciones más favorables para la ciudad. Aun cuando no sea competencia del Concello de Vigo, no estaría de más que las autoridades implicadas negociaran su transformación y aprovecharan, siquiera el terreno, para un proyecto de interés general que beneficiara a la ciudad de Vigo y, en particular, al vecindario de su entorno más cercano. Algo similar también se debería hacer con la antigua estación de autobuses, que permanece desaprovechada. Es cuestión de sentarse a hablar y negociar.