Miles de personas se han congregado hoy en Vigo para ser testigos de primera mano de la visita de la Armada Española, que ha recalado en la ciudad con tres imponentes buques: el portaaviones Juan Carlos I, el anfibio Galicia y la fragata Blas de Lezo.
Estas naves forman parte del despliegue Dédalo-21, cuyo objetivo es aglutinar las capacidades de la Armada y ponerlas al servicio de la OTAN en tareas de disuasión y defensa. Los vigueses tienen durante tres días la oportunidad de adentrarse en el portaaviones Juan Carlos I y descubrir algunos de los secretos que alberga en su interior.
Imponente y multifuncional
El portaaviones Juan Carlos I, buque insignia de la Armada Española, se erige imponente con sus 200 metros de eslora y 27 metros de altura. Su tamaño es realmente notable, ya que es el más grande construido nunca en España, con una capacidad de transporte de hasta 27.000 toneladas. Además de aviones, helicópteros y un batallón de infantería de marina, en su interior encontramos todo tipo de vehículos y servicios, como un pequeño hospital.
Este hospital tiene la función de estabilizar a los pacientes antes de trasladarlos a tierra firme. Es un componente esencial para garantizar la atención médica y el cuidado de la tripulación y del personal que se encuentra a bordo del buque. El hospital cuenta con los recursos y equipos necesarios para brindar atención médica básica y estabilización inicial en caso de emergencias o lesiones.
Los hangares del portaaviones Juan Carlos I
Uno de los aspectos más destacados del portaaviones Juan Carlos I es la disposición de sus hangares. Cuenta con uno destinado a vehículos ligeros, donde podemos encontrar los URO VAMTAC, vehículos todo terreno de tracción a las cuatro ruedas, así como algunos Hummer y dos helicópteros Augusta Bell, estos helicópteros desempeñan un papel fundamental en las operaciones de la Armada Española, brindando apoyo logístico, transporte y capacidad de respuesta rápida en diversas situaciones.. Por otro lado, el hangar de vehículos pesados alberga camiones y tiene la capacidad de transportar aproximadamente 500 infantes de marina y 69 vehículos, dependiendo de la operación.
Otro punto interesante a destacar es el dique que se encuentra al fondo del hangar, donde se encuentran dos lanchas que pueden transportar a 150 infantes de marina cada una. Esto significa que, en una sola operación, el buque puede evacuar hasta 600 infantes de marina, además de transportar vehículos, camiones y carros de combate necesarios para las misiones desplegadas en tierra. El lastrado del dique se lleva a cabo en dos fases, mediante bombas que inundan hasta la mitad del nivel y luego se abre la puerta para inundar el buque hasta los 240 centímetros.
Juan Carlos I más que un buque
Durante nuestra visita al portaaviones Juan Carlos I, tuvimos la oportunidad de conversar con diversas personalidades destacadas de la Armada Española. El capitán de fragata David Durán, jefe del Estado Mayor del Grupo Combate Dédalo, quien nos explicó que el objetivo de este grupo es «llevar al grupo a las áreas de interés y realizar actividades para demostrar nuestras capacidades en contacto con otras unidades OTAN». En el contexto actual, Durán precisó que «prima la crisis de Ucrania y los aliados estarían listos para defenderse»
Por su parte, el contraalmirante Gonzalo Villar, quien cursó especialidad de comunicaciones en la ETEA, expresó su satisfacción por la gran acogida que ha tenido la apertura de los barcos a la ciudadanía. Destacó el vínculo estrecho entre Vigo y la Armada, y resaltó la importancia de mostrar el trabajo realizado por la Armada en la ciudad. Además, recordó una experiencia emocionante en el terremoto de Turquía, donde la Armada fue de las primeras en llegar y las últimas en irse, rescatando a un niño entre los escombros.
Destacó la acogida que han tenido en Vigo: «Es maravilloso abrir los barcos a la ciudadanía y además estamos teniendo una acogida estupenda, ayer solo por la tarde tuvimos alrededor de 7.000 visitas». Villar señaló que «Vigo y la Armada han tenido una relación muy estrecha» y que «siempre tenemos una acogida muy buena por parte de la población».
El teniente Rubén Tejedor brindó detalles fascinantes sobre la embarcación. Destacó que el Juan Carlos I es el barco más grande construido nunca en España y resaltó la diferencia con los portaaviones norteamericanos que utilizan sistemas de catapulta para lanzar aviones en cambio, el Juan Carlos I, gracias al diseño de su cubierta de despegue terminada en un Sky Jump permite a los aviones Harrier «sustentarse en el aire con mucha más facilidad». Como curiosidad mencionó que las aeronaves en las Armada reciben el nombre de animales así los helicópteros son llamados «gatos» y los aviones «cobras».
Una joya de la arquitectura naval
La visita al portaaviones Juan Carlos I ha sido una experiencia única para comprender la magnitud y la capacidad de esta joya de la arquitectura naval en manos de la Armada Española. Desde su imponente tamaño hasta los detalles de su interior, nos hemos adentrado en un mundo fascinante.
Sin duda, la apertura de los barcos a la ciudadanía ha permitido a miles de personas conocer de cerca el trabajo realizado por la Armada Española y su compromiso con la seguridad y la estabilidad de la región.