Como si se estuviese presenciando una película de acción. Así es como vivieron los miles de vigueses y visitantes que este viernes abarrotaron la playa de Samil la exhibición dinámica aeronaval y anfibia del grupo de combate expedicionario Dédalo 24 de la Armada Española.
Prometían acción y autenticidad y que sería un verdadero ‘desembarco’ militar. Y así fue para disfrute de niños, mayores y hasta, incluso, abuelos, que llenaron el arenal vigués. Según estimaciones de la Policía Local, unas 50.000 personas se trasladaron hasta el arenal para disfrutar de la exhibición.
Y es que la expectación era máxima para todos -como así se comprobó con las más de 7.000 personas que en las primeras horas de las jornadas de puertas abiertas abarrotaron el portaaviones ‘Juan Carlos I’- que, desde mediodía, llegaban a la playa para hacerse con un sitio de excepción y contemplar a gusto el espectáculo, colocados en sus sitios desde una hora antes del inicio de la exhibición.
Y acceder no era tarea fácil ya que las colas eran kilométricas para llegar hasta Samil. Pero aun así, nadie quiso perderse el espectáculo y fueros muchos los que, incluso, lo inmortalizaron con las cámaras de sus teléfonos móviles.
Está claro que Vigo pide exhibiciones abiertas al público y espectáculos de este estilo, que bien recuerdan al tradicional Festival Aéreo Internacional que dejó de celebrarse en el año 2012 y que congregaba a una media de 300.000 personas llegadas de todos los puntos de la geografía gallega teniendo a la Patrulla Águila como uno de sus mejores emblemas que nadie se quería perder.
En esta ocasión, los tres buques insignia de la Armada Española que estos días visitaron la ciudad: el portaaviones ‘Juan Carlos I’, la fragata ‘Blas de Lezo’ y el buque de asalto anfibio ‘Galicia’, junto al batallón que estaba a las órdenes del contraalmirante Gonzalo Villa Rodríguez, fueron el epicentro del espectáculo vivido y que generó aplausos, sorpresas, admiración y asombro a partes iguales.
El ruido de los cazas, de los helicópteros, las metralletas de los infantes, el sonido con artificios pirotécnicos con humo de todo el equipo que participó por tierra, mar y aire hicieron las delicias de todos los presentes que, incluso, tuvieron que agarrarse las gorras cada vez que los medios terrestres pasaban por delante de ellos levantando la arena por la rapidez y dinamismo de la actuación.
«Se ha rendido el enemigo»
En concreto, lo que se vivió este viernes en Samil fue la secuencia de un ataque en posición defensiva en la playa con multitud de medios aéreos y en superficie.
Según explicó Álvaro Sánchez, sargento de Infantería Marina, y tras describir las fuerzas que llegaron a bordo de los buques que estaban enfrente de la playa, y siempre bajo el mando del contralmirante Gonzalo Villa Rodríguez, comenzó el show aéreo con los helicópteros y los Harriers, que «pasaron por encima del objetivo y, seguidamente, vino el desembarco de infantes de Marina en las lanchas y embarcaciones», relató.
Previamente, hubo una inserción del equipo en la playa, donde hicieron labores de reconocimiento previo a la llegada de los Infantes de Marina, que hicieron el desembarco de lanchas grandes y vehículos para, una vez que estaban todos colocados en el arenal, proceder al asalto del objetivo. Tras ello, «se ha rendido el enemigo», dijo, y se retornó, en orden inverso a la salida de los medios, saliendo los infantes a pie, seguidamente los vehículos y, por último, los medios aéreos con los helicópteros y los Harrier.
Todo un espectáculo que, finalmente, también tuvo la actuación de los medios de limpieza del Concello de Vigo, que procedieron a recoger el arenal tras abandonar el grupo Dédalo la localización.