El auditorio al aire libre de Castrelos y la Praza da Estrela se convirtieron en un auténtico hervidero de fans de la Selección Española. Nada pudo con las ganas de ver la gran final de la Eurocopa 2024. Ni la lluvia, ni la tormenta, ni el aviso amarillo. Había que animar a España y Vigo no falló.
Concello de Vigo y Diputación de Pontevedra dispusieron sendas pantallas para seguir el partido. Pero a mediodía surgieron las dudas. La Agencia Española de Meteorología (Aemet) decretó un aviso amarillo en todo el litoral de las Rías Baixas, la ciudad olívica incluida.
A pesar del mal pronóstico, los vigueses no dudaron. Muchos minutos antes de las 21:00 horas, momento de inicio del choque, cientos de personas ya se congregaban en los dos escenarios elegidos.
Durante las dos horas que duró la final, hubo muchos nervios, pero la lluvia no amedrentó a los espectadores. En Castrelos, por supuesto, hubo discurso del alcalde y nutrida asistencia de concejales socialistas. En Praza da Estrela había presencia de cargos políticos de la Diputación y Xunta. También del grupo municipal del PP.
El primer gol de España desató la locura ante ambas pantallas. Comenzó a llover con más fuerza, pero nadie quería irse.
Hubo nervios, tensión, inquietud con los ataques de Inglaterra. El gol del empate fue un jarro de agua fría. Tras los momentos de inquietud, Oyarzábal convirtió Castrelos y Estrela en una fiesta. Vigo no falló por la Selección.