El imponente mascarón del Capitán Miranda y sus velas desplegadas inundando con su Sol de Mayo la Ría de Vigo atrae las miradas de todos aquellos que durante estos últimos días pasean por la dársena de Portocultura. Más allá de ser una embarcación, es un pedazo de historia flotante, un símbolo de la rica tradición marítima de Uruguay y un embajador itinerante de su cultura.
Un Viaje en el Tiempo
Construido en 1930, el Capitán Miranda ha sido testigo de casi un siglo de cambios. Inicialmente concebido como un buque hidrográfico, su rol evolucionó a lo largo de los años, convirtiéndose en un buque escuela que forja a las futuras generaciones de marinos uruguayos. Su transformación en una elegante goleta de tres palos le otorgó una nueva vida, convirtiéndolo en un ícono de la navegación a vela.
Cada rincón del Capitán Miranda cuenta una historia. Sus maderas, pulidas por el paso del tiempo, sus instrumentos de navegación de antaño y sus camarotes, que han albergado a cientos de cadetes, son un testimonio palpable de su rica historia.
Un lienzo flotante
Las velas del Capitán Miranda, más allá de ser elementos funcionales, se convierten en lienzos y símbolos que transmiten mensajes y representan la identidad del pueblo uruguayo. En el caso del buque escuela, las velas pintadas por Agó Páez y su padre se han convertido en auténticas obras de arte que embellecen al buque y lo hacen aún más distintivo.
Carlos Páez Vilaró fue uno de los artistas más importantes de Uruguay. Su obra, llena de color y vitalidad, se inspiró en la naturaleza, en la cultura uruguaya y en su amor por el mar. Al pintar las velas del Capitán Miranda, Carlos Páez Vilaró creó una obra única que se convirtió en un símbolo de la identidad uruguaya. Así, la invitación a Agó Páez para pintar las velas del Capitán Miranda no fue casualidad, fue una forma de continuar la tradición familiar y de mantener viva la obra de su padre.
Cuando el Capitán Miranda navega a vela, sus velas despliegan todo su esplendor, creando un contraste impresionante con el azul del mar y convirtiendo al buque en un punto que atrae todas las miradas; son una obra de arte en constante movimiento.
Un embajador itinerante
Más allá de sus funciones de formación, el Capitán Miranda es un embajador itinerante de Uruguay. Sus viajes por los océanos lo han llevado a los rincones más remotos del planeta, llevando consigo un mensaje de paz, amistad y cooperación. Su presencia en puertos extranjeros siempre ha sido motivo de orgullo para los uruguayos y ha servido para fortalecer los lazos de amistad entre su país y otras naciones.
Un puente entre Uruguay y Galicia
La visita del Capitán Miranda a Vigo durante el festival Iacobus Maris es un evento de gran relevancia para la comunidad uruguaya residente en Galicia. La presencia de este buque insignia despierta sentimientos de nostalgia y orgullo en aquellos que han dejado su tierra natal. Es una oportunidad única para reencontrarse con una parte de su identidad y transmitir a las nuevas generaciones el legado marítimo de Uruguay.
A bordo del Capitán Miranda viajan actualmente 77 personas, entre cadetes, oficiales y tripulación. Tras pasear por las cubiertas del Capitán Miranda podemos dar fe de la calidez y la hospitalidad del pueblo uruguayo, “este barco es mi casa, así que sientete en la tuya”, nos comentaba uno de sus tripulantes mientras conocíamos los secretos del buque.
Un futuro prometedor
El Capitán Miranda no es solo un barco, es un símbolo de esperanza y futuro. Su presencia en Vigo nos recuerda la importancia de preservar nuestro patrimonio marítimo y de seguir formando a nuevas generaciones de marinos que puedan continuar escribiendo la historia de la navegación uruguaya.
En un mundo cada vez más globalizado, el Capitán Miranda nos invita a mirar hacia el mar y a recordar aquel punto desde el que partimos. En este aspecto el comandante Zorrilla nos contaba en secreto mientras nos enseñaba el puente de mando, “en altamar, apagamos todas esas pantallas que ahora mismo se ven; así navegamos como hacían aquellos primeros navegantes, reproduciendo sus sensaciones y aprendiendo desde lo más básico y quizás, muchas veces, lo más importante”.
No tenemos dudas, el legado del Capitán Miranda perdurará a través de los años, inspirando a las futuras generaciones a explorar los océanos y a descubrir nuevos horizontes.
Visita institucional
Esta mañana se llevaba a cabo una visita institucional al Capitán Miranda que ha servido para reafirmar los profundos lazos históricos y culturales que unen a Uruguay y Galicia. En un ambiente de cordialidad y camaradería, autoridades de ambos países destacaron la importancia de estos vínculos y celebraron el legado compartido.
El capitán del buque, Zorrilla, expresó su alegría por estar en España, especialmente en Galicia, subrayando la estrecha relación entre ambos pueblos: «Todo uruguayo tiene un pariente gallego». Asimismo, destacó la importancia de Cádiz en la historia del Capitán Miranda, donde fue construido y posteriormente mejorado.
Por su parte, la embajadora de Uruguay en España, Ana Teresa Ayala, agradeció la cálida bienvenida recibida en Vigo y resaltó la fuerza de los lazos bilaterales.
El presidente de la Xunta de Galicia, Alfonso Rueda, coincidió en la importancia de estos vínculos y destacó la necesidad de seguir fortaleciéndolos. Rueda hizo hincapié en la importancia de recibir con los brazos abiertos a los descendientes de gallegos en Uruguay, recordándoles que Galicia siempre será su hogar.